El bloque de senadores del PJ anunció anoche que no prestará quórum para que la Cámara alta trate hoy el ajuste fiscal, porque no comparte el criterio aplicado por el gobierno para reducir los gastos públicos, que incluye recortes en salarios de los trabajadores estatales y jubilaciones.
Mientras el PJ explicaba su posición, el gobierno no lograba anoche -y no logró- reunir el apoyo necesario dentro del bloque radical, pese a que el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y el ministro del Interior, Ramón Mestre, realizaron intensas gestiones para convencer a su tropa.
El jefe del bloque justicialista, José Luis Gioja, acompañado por una decena de compañeros de bancada, explicó en una conferencia de prensa que la oposición "quiere proponer otras alternativas a la contención de gastos porque hay partidas presupuestarias y sectores económicos que no se tocaron con este ajuste".
Sin embargo, senadores del PJ admitieron por lo bajo que la verdadera razón de la postergación de la sesión fue que "el oficialismo no logró reunir los votos para sancionar la norma" y que en el peronismo "hay dificultades para unificar posiciones".
"El radicalismo informó que sólo podía aportar 15 votos", explicaron en el PJ, lo que representa cuatro menos que el mínimo de 19 necesario si la sesión cuenta con el quórum estricto de 37 senadores.
Contribuyó en este sentido que al menos cinco radicales (Alberto Maglietti, Leopoldo Moreau, José Saez, Horacio Massaccesi y Luis León) querían modificar el polémico artículo 12, que es el que fija el piso del recorte de jubilaciones y salarios, y que hay tres más que no concurrirían a la sesión: dos por viajes (Edgardo Gagliardi y Horacio Usandizaga) y uno por licencia (José Genoud).
En este estado de situación, el PJ no logró unificar posiciones, ya que además de comprometer el quórum (ya lo habían hecho informalmente) también debía aportar votos, lo que terminó por definir la situación en favor de no sesionar hoy.
Otro de los factores que mencionó Gioja en la conferencia de prensa fue "el incumplimiento de la Nación con los fondos comprometidos con las provincias", tema que fue central en las múltiples comunicaciones telefónicas que mantuvo con los gobernadores de su partido.
La sentencia final para la sesión de hoy corrió por cuenta de Gioja, quien dijo en forma tajante: "Hemos decidido que no se trate mañana (por hoy) el proyecto de ley, que pase a comisión, y tomar las definiciones en el menor tiempo posible".
El dilema radical
Pero como si no hubiera escuchado el mensaje del PJ, Colombo expresó bien entrada la noche, cuando concluyó la reunión con el radicalismo: "Llamamos a la responsabilidad a todo el bloque del justicialismo para que también se sume al debate en un momento importante para la República con su presencia y sus opiniones para que mañana (por hoy) podamos decir que hemos logrado sortear un escollo importante".
No obstante ello, el funcionario reconoció que la bancada radical apoya la norma "en forma mayoritaria", pero que hay "disensos particulares".
Ello quedó de manifiesto cuando inmediatamente después de que él reiterara que "el piso de los recortes es de 500 pesos", el jefe del bloque radical, Jorge Agúndez, lo contradijo: "El piso es de 1.000 pesos, con la posibilidad de subir si mejora la recaudación".
Influyó en este sentido un llamado de Raúl Alfonsín a Agúndez al promediar la tarde que no contribuyó a atemperar el ánimo interno. El mensaje del titular del radicalismo fue: "No acepten cambios del PJ, pero defiendan a muerte el piso de los 1.000 pesos" para los recortes, el aspecto más discutido de la norma.
Precisamente la oposición de Moreau, Maglietti, Massaccesi, León y Saez se centró básicamente en ese punto, ya que consideraban que el proyecto, tal como lo aprobó Diputados en la madrugada del sábado, no garantiza en forma clara ese mínimo.
En consecuencia, reclamaron al menos un mensaje público del gobierno en el cual quedara aclarado que a partir de agosto el piso a considerar para la reducción de salarios y jubilaciones será de 1.000 pesos.
Tal como quedó la situación ahora, rige el recorte de salarios y jubilaciones por encima de los 500 pesos, aunque el Ejecutivo tampoco tiene garantizada la ampliación de los impuestos con los que contaba para subir el piso de 300 a 500 pesos (IVA a las naftas y el gravamen a las transacciones bancarias), que formaban parte de esta ley.
Por esa razón, había quienes especulaban anoche con el análisis de que el justicialismo podría estar siéndole funcional al gobierno en un aspecto, ya que si bien lo exponía a un nuevo embate de los mercados financieros, al mismo tiempo les deja vigente los decretos 896 del déficit cero y el 926 con el recorte en los haberes.
En el bloque del PJ hubo muchas posturas diferentes, ya que había algunos que estaban de acuerdo con contribuir con el quórum y otros que directamente adelantaron que no votarán ningún ajuste en salarios y jubilaciones.
Parte de estas diferencias emergieron durante la conferencia de prensa, en la cual, mientras Gioja intentaba dar un mensaje conciliador, Augusto Alasino, Eduardo Arnold, Julio San Millán, Carlos Verna y Enrique Martínez Almudévar le pedían que en público dijera que "el bloque no va a avalar ningún recorte".