Casilda. - Con el propósito de mejorar la atención de los pacientes quedaron habilitadas una serie de obras en el dispensario del barrio Alberdi que fueron solventadas con aportes de la vecinal y la Municipalidad. Los trabajos se realizaron en etapas y consistieron en la ampliación de la sala de espera y la construcción de dos consultorios, baños y una cocina. Asimismo se hicieron reformas internas en algunas dependencias para darle mejor funcionalidad al centro de salud.
"Estas mejoras eran necesarias porque cada vez es mayor la afluencia de pacientes", aseguró la directora del dispensario, Cristina Poli, para luego remarcar que "las necesidades crecieron y son muchas las familias que carecen de cobertura social".
Asimismo destacó que "los profesionales que vienen al dispensario trabajan en forma gratuita, excepto la médica municipal", aunque sostuvo que ahora faltarían más especialistas. Actualmente están cubiertas las áreas de enfermería, clínica general, ginecología, odontología, psicología y fonoaudiología, aunque "en realidad los médicos atendemos desde un bebé hasta un abuelo", dijo Poli, quien hace más de 20 años colabora ad honórem con el dispensario.
También se distribuye mensualmente leche en polvo para familias de escasos recursos y se realizan campañas de vacunación. Además ahora, con las flamantes reformas, se efectuarán controles de papanicolau para que las mujeres del barrio no tengan que trasladarse hasta la sede local de Lalcec, entidad que donó una camilla. "No solamente valoramos el apoyo económico de los vecinalistas, sino el esfuerzo físico ya que ellos mismo hicieron lo que estamos inaugurando", dijo Luis Ortega, un reconocido odontólogo de la ciudad que como Cristina Poli deja horas de su vida en el dispensario desde hace años.
Tiempo y esfuerzo
Por su parte el presidente de la vecinal Alberdi, Hugo Basso, señaló que "estos trabajos llevaron tiempo y esfuerzo, pero lo necesitábamos porque hay mucha gente sin mutual y la situación económica es crítica". En esa misma línea, el vecinalista se mostró preocupado por el estado de deterioro que presenta el hospital provincial San Carlos de esta ciudad, y afirmó: "Todos tenemos que trabajar para que no se venga abajo".
"Casilda está luchando con todos los dispensarios para enfrentar las necesidades, pero sería lógico coordinar un trabajo con el hospital y optimizar la atención de la salud pública", reclamó Basso.