Año CXXXIV
 Nº 49.188
Rosario,
miércoles  25 de
julio de 2001
Min 4º
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Cómo lograr el bienestar
El conocimiento de técnicas de armonización permite moderar y mejorar el flujo de la energía ambiental

Algunos lugares nos resultan sumamente acogedores, aunque no sepamos explicar po rqué allí nos sentimos bien. Otros, en cambio, irremediablementenos deprimen o nos provocan una sensación de malestar, inquietud o peligro, sin que podamos explicar las razones que motivan esa sensación.
Por lo general, no somos conscientes de la batalla que cotidianamente libramos contra el medio ambiente, sin embargo, nuestro cuerpo percibe las vibraciones negativas procedentes del entorno y se defiende contra ellas, así como registra la sensación de bienestar al entrar en un ambiente armonioso y equilibrado energéticamente.
Es muy común decir: "no sé qué me pasa pero esa persona tiene algo (bueno o malo), es una cuestión de piel, esa persona es negativa, siempre habla de enfermedades, desde que estoy aquí todo me sale mal".
Es la energía o fuerza vital en que se funda la existencia del hombre, un principio unificador de energía que vincula todas las cosas.
El ser humano es una criatura receptiva por naturaleza, sensible a la luz, al clima, a los ambientes, a las fuerzas positivas y negativas. Esto lo percibe a través de sus cinco sentidos (gusto, olfato, tacto, vista y oído). Pero también tiene un sexto sentido que es el de la intuición, el que le permite adelantarse a los hechos.
Es importante señalar este poder de captación. Hay seres más sensitivos que otros pero todos somos sensitivos y tenemos el don de la percepción, aunque en diversos niveles.
Si los sabemos manejar y potenciar nos resultará de gran utilidad para enfrentar las distintas situaciones de la vida.
Cuando la respiración nos integra a través del estado de conciencia del ir y venir del aire, la energía fluye en todo el cuerpo en dirección ascendente desde la punta de los pies hacia la coronilla.
De modo similar, la energía de una casa debe fluir sin tropiezos, ya que afecta su atmósfera y, por ende, a sus ocupantes.
El conocimiento de las distintas técnicas de armonización nos permite la posibilidad de moderar y mejorar el flujo de la energía ambiental, ya que al equilibrarla, potenciamos y estabilizamos nuestra propia energía, generando la prosperidad, salud, paz, amor, felicidad y todas las necesidades y deseos del hombre para encontrar el justo punto medio del equilibrio.
Ada Lamboy
Instructora de yoga


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