Javier Pedro Saviola vivió ayer su primera jornada plena en el estadio del Barcelona, donde se realizó la presentación del equipo para la temporada que viene y el ex delantero de River Plate disfrutó de la pasión y el afecto que le demostraron los 35.000 aficionados que se acercaron al Camp Nou. "El estadio es imponente. Espectacular. Da gusto entrar. El césped es muy bonito. Lleno debe de ser muy lindo. Y la gente me hizo sentir muy cómodo", indicó Saviola al cabo del encuentro informal de presentación del plantel barcelonista en el que señaló el primer gol. "Me motiva oír mi nombre. Estoy muy orgulloso de estar en esta institución y que me ovacionen hace que me adapte mejor", añadió emocionado el Pibito. Su presencia en la sala de prensa del club catalán provocó que se desbordara la capacidad dispuesta para los medios, debido a que más de una docena de cámaras y decenas de fotógrafos y periodistas hacían casi irrespirable el ambiente, pese a lo cual Saviola soportó estoicamente todas las preguntas que le formularon. El Conejito, tal como ya empezó a llamarlo su colega de ataque, el holandés Patrick Kluivert, participó junto a él de un entrenamiento absolutamente informal pero muy atractivo para los aficionados blaugranas. "Me sentí muy cómodo a su lado. Es fácil jugar con futbolistas como Kluivert. Ojalá tengamos mucha suerte", siguió diciendo el ex River. Lo que sí pudo percibir el joven atacante argentino fue el estilo de juego que impera en el Barcelona, donde el balón se desplaza constantemente y las acciones ofensivas se suceden con mucha asiduidad. Saviola destacó también el "buen ambiente" que encontró en el grupo, que lo recibió con mucha cordialidad, en sintonía con los aficionados. "Mis compañeros me trataron muy bien y me brindaron todo su apoyo. Esto va a permitirme trabajar mucho más tranquilo, porque sé que detrás tengo el respaldo de ellos. Siendo tan chico, me hacen muy bien estas cosas", remarcó el delantero de 19 años. Acerca de las expectativas que se crearon en torno a su llegada al Barcelona, aseguró que prefiere "vivir el presente" y no aventurarse demasiado sobre un porvenir que, sin embargo, avizora como "muy venturoso". Tampoco quiso Saviola someterse a comparación alguna con Diego Armando Maradona, quien como él llegó muy joven a las filas barcelonistas, aunque su permanencia fue breve y esto le impidió hacer crecer el feeling con la gente. "No me gustan las comparaciones. No va a existir otro como Maradona, pero cada uno tiene su estilo", puntualizó. Poco antes, 28 jugadores habían paseado por el campo de juego con la camiseta azulgrana (faltaron solamente los brasileños Rivaldo, Rochenback y Geovanni) al son del himno del Barcelona. Furor de masas. Griterío. Muchas chicas. Todos aplaudieron especialmente a este nuevo argentino (también lo acompañará su compatriota y ex compañero en River, el arquero Roberto Bonano) que inició el renacimiento de la ilusión para los barcelonistas. "El conejo de la suerte", como lo llaman los aficionados del Barsa, admitió que "el fútbol argentino es totalmente distinto al español. El césped es más rápido que en Argentina, se juega a mayor velocidad y la pelota corre más rápido". Y si es como señala un viejo adagio popular, "en ella está el sabor". El que desde ahora quieren paladear los catalanes.
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