Casi un 70 por ciento de los comerciantes del microcentro está a favor de que los autos vuelvan a ingresar, como hace 21 años, al sector comprendido por las calles Rioja, Entre Ríos, Santa Fe y San Martín. La Capital realizó ayer un relevamiento en cien comercios. El 68 por ciento de sus titulares dijeron estar a favor de la medida que impulsa la Municipalidad, el 26 por ciento se expresó en contra y el 6 por ciento, no sentó posición. Además, desde la Asociación Empresaria partió un amplio respaldo a la idea del intendente Hermes Binner. En una reunión con el secretario de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, las distintas cámaras de comerciantes le dieron un fuerte espaldarazo a la liberación de las fronteras en el microcentro. Ahora, sólo resta esperar el aval del Concejo.
Lo cierto es que la jornada de ayer fue clave en el avance hacia la liberación del tránsito en el corazón de la ciudad. Además, con el correr de las horas se fueron conociendo importantes novedades que se implementarán en las calles céntricas a modo de "experiencia piloto y por 180 días", como el desembarco del estacionamiento medido en calle Corrientes, modificaciones en el carril exclusivo para ómnibus y la prohibición de girar a la derecha sobre esa arteria (ver aparte).
Durante un cónclave que duró algo más de dos horas, el secretario de Servicios Públicos reveló aspectos por demás de interesantes del paquete de medidas que intentará revitalizar el área central.
Así las cosas, el funcionario dejó entrever que la idea que más seduce a la administración Binner es la de liberar en forma absoluta el tránsito en el microcentro. Es decir, las posibilidades de restringir el ingreso en el segmento horario de 10 a 15 o en su defecto de 12 a 15 estarían cada vez más lejos.
Como si esto fuera poco, desde la Asociación Empresaria partió un fuerte respaldo a la política de libre circulación. "Estamos absolutamente de acuerdo con que se permita el tránsito de automóviles particulares en el microcentro", aseguró el secretario de esa entidad, Ricardo Diab.
La voz de los comerciantes
Los comerciantes consultados ayer por este diario apelaron a distintos argumentos a la hora de explicar su apoyo o no a la liberación del tránsito. Quienes se inclinaron por el "sí" no dudaron en decir que las ventas aumentarán en caso de que se levante la actual restricción de circular por el microcentro. Los que no se dejaron seducir por la idea, en cambio, vaticinaron que el libre ingreso vehicular implicará "un caos" en la circulación.
A todo esto, los ya típicos indecisos (6 por ciento) consideraron que al centro no lo reactiva ese tipo de medidas. "La gente no viene al microcentro, sencillamente porque no tiene dinero", señalaron.
Por su parte, Lifschitz explicó que la liberación del tránsito no implicará la adopción de una política similar con el estacionamiento. "Estacionar en el microcentro seguirá estando prohibido como hasta ahora. La idea es ir reduciendo las restricciones al ingreso de vehículos y monitorear qué sucede", puntualizó. En tal sentido, subrayó que la iniciativa formará parte de "una experiencia piloto por 180 días".
También se prevé colocar contenedores de residuos en pleno centro de la ciudad. "La idea no es colocarlos en la vereda porque se transformarían en un basural. Vamos a estudiar la posibilidad de instalarlos dentro de grandes edificios", adelantó el funcionario.
A favor y en contra
Tanto Pablo Schellhas como Omar Tambellini, titulares de Optica Schellhas y Bambi Sport, respectivamente, se mostraron "muy a favor de la medida".
"Sobre todo habría que liberar las calles Rioja y Santa Fe, acercaría a la gente una cuadra más y no sería necesario gastar tanto en inspectores", señaló Schellhas. Con el mismo tenor, Tambellini opinó que la iniciativa "reviviría la zona" ya que hoy la prohibición del ingreso y los problemas para estacionar hacen que la gente busque comprar en otras zonas, en los shoppings.
Por el sí y en favor del crecimiento de la actividad comercial, también se expresaron desde CyA, Musimundo y Mc Donald's.
Desde los bares de la zona el "no" sonó como un eco. Los mozos que reparten pedidos en las oficinas cercanas dicen que la liberación del ingreso de vehículos convertirá al microcentro en un loquero. "No podremos caminar, no llegará un café caliente a ningún cliente", se lamentaron.
La Ciudad
