Llegar en vehículo hasta el microcentro de Rosario dejará de ser un dolor de cabeza. La Municipalidad reducirá los horarios que restringen el ingreso de autos en ese sector y hasta podría liberarlo completamente. Así lo anunció ayer el secretario de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, quien por estas horas se debate entre tres ideas: restringir el tránsito en el microcentro sólo de 10 a 15, acotar la prohibición de 12 a 15 o directamente liberar totalmente la circulación. Si la idea es aceptada por concejales y comerciantes, las modificaciones comenzarían a implementarse dentro de quince días.
Se avecinan tiempos de cambio en el microcentro rosarino. Después de 21 años de restricciones al ingreso vehicular, la Municipalidad se decidió a patear el tablero y pretende que los autos vuelvan a pasearse por el corazón de la ciudad. Para eso, Lifschitz comenzará hoy a sondear los ánimos de los concejales y comerciantes. Si desde ambas partes obtiene un visto bueno, entonces los cambios podrían plasmarse a partir de las próximas dos semanas.
Mientras tanto, la Dirección de Ingeniería de Tránsito está redactando las conclusiones de un estudio sobre el flujo vehicular en el microcentro. Las cifras finales serán determinantes para decidir qué cambios puntuales establecer en ese sector de la ciudad.
En tal sentido, Lifschitz explicó que "están en estudio tres ideas: mantener la restricción de 10 a 15, acotarla al segmento que se extiende entre las 12 y las 15, o directamente liberar el tránsito y que el ingreso al microcentro sea libre".
De las tres opciones, la que más fuerza tendría es la primera. "Queremos establecer los cambios de manera gradual y para eso es fundamental conocer los estudios sobre el flujo vehicular", adelantó el funcionario.
Una experiencia piloto
"No tenemos por qué convivir con un sistema que tiene 21 años", dijo ayer el director de Ingeniería de Tránsito, Santiago Tazzioli, quien adelantó que las modificaciones en la circulación serán parte de una prueba piloto.
"La idea es implementar los cambios por 90 ó 180 días, y en ese lapso hacer evaluaciones sobre los resultados. En todo caso, si no son satisfactorios, se podrá volver atrás", afirmó.
Tazzioli indicó además que si se opta por liberar directamente el tránsito en el microcentro, la zona "se ampliará". En tal sentido, explicó que el nuevo esquema abarcará el radio comprendido por las calles San Lorenzo, Laprida, San Juan y Paraguay. Es decir, pasará a tener cuatro cuadras más que ahora.
Según analizó la Municipalidad, el microcentro seguirá, por el momento, sin posibilidades de estacionamiento durante el horario de 7 a 21. No obstante, todo dependerá de la evaluación que se realice durante el lapso de la prueba piloto.
"Quizá el resultado del análisis nos dé la posibilidad de permitir el estacionamiento en algunos sectores que hoy están restringidos", agregó Tazzioli.
Pero no todo es color de rosas. En el caso de que se decida permitir por completo el ingreso de vehículos, habrá un estricto control de velocidad que no deberá superar los 30 kilómetros por hora, en vez de los 40 que se permiten hoy.
Dentro del combo de modificaciones también se incluirán cambios en la circulación de calle Corrientes. Los estudios técnicos elaborados por la Dirección de Ingeniería de Tránsito concluyeron en que ya no será necesario mantener una senda exclusiva para colectivos.
"Lo que queremos implementar es un carril preferencial para ómnibus, de manera que por allí puedan circular eventualmente otros vehículos", adelantó Lifschitz.
En ese orden, el funcionario explicó que "el carril que actualmente utilizan los colectivos será desplazado hacia el centro de la calle. De ese modo, se liberará el andarivel de la derecha".
El carril exclusivo para ómnibus y el estacionamiento sobre mano izquierda en calle Corrientes se pusieron en marcha en abril de 1998 para mejorar la circulación del transporte. Pero la polémica quedó latente. Para los propietarios de los comercios, la decisión contribuyó a agudizar el "proceso de desertización del centro".
El propio Tazzioli admitió que "aunque desde el punto de vista de la facilidad de circulación la medida funcionó bien, se tuvo en cuenta la opinión de los usuarios, comerciantes y vecinos de la zona, que fueron adversas y atendibles".
Los cambios se realizarán en el sector que va desde Mendoza a Urquiza. Según adelantó el funcionario, en la tradicional esquina de Corrientes y Córdoba se permitirá la parada de taxis, aunque ella deberá mudarse a la vereda de enfrente.
El funcionario puntualizó además que se incorporará estacionamiento medido sobre el margen derecho de Corrientes, y adelantó que a lo largo de esa calle "se colocarán plataformas especiales (de 2,30 metros de ancho por 12,5 de largo) sobre las que se podrá esperar el colectivo".
De ese modo, se procura que los usuarios del transporte urbano de pasajeros no obstaculicen el paso de peatones sobre la vereda.
Si bien el paquete de medidas es visto con buenos ojos por los funcionarios y comerciantes, Lifschitz admitió que la última palabra la tendrán los ediles en el Concejo Municipal.
"Para establecer todos estos cambios es necesario derogar una vieja ordenanza, pero estimamos que si el consenso se logra con rapidez, las medidas se estarían implementando dentro de quince días", finalizó.