Cuando se enteraron de la novedad los auriazules se quedaron estupefactos, casi con la boca abierta. No es para menos: el vicepresidente de Central, Juan Carlos Campagna, está abocado a una negociación con el club Alavés de España para conseguir el préstamo de Martín Herrera, el arquero de ese equipo. Nadie entendía nada en la institución del barrio de Arroyito y la perturbación se hizo más patente cuando trascendió que el jugador cedido a préstamo les costará a los auriazules nada menos que doscientos mil dólares. Las voces de contrariedad de un grupo de simpatizantes no se hicieron esperar y los interrogantes del por qué de la necesidad de concretar una operación de ese tipo tampoco. En realidad nadie en Central logró a estas horas una respuesta a la pregunta. Reina la confusión y se sigue sin comprender la razón de tal transacción que Campagna parece pilotear en forma personal. Pero como todo al fin y al cabo tiene una explicación y en ocasiones ésta se descubre en el terreno de las ironías y las bromas, no faltó en una ronda de simpatizantes quien recordara que al actual vicepresidente de Central no se lo recuerda precisamente por realizar negocios de primera en el mundo empresario. Lo de Ezequiel González a Fiorentina sirve como ejemplo, jugador que recién Central terminará de cobrar en el 2003 y con los ya controvertidos documentos. Y para más, hubo alguien que, entre las risas, fue lapidario con su pronóstico: "Después de todo por qué debemos esperar que logre un buen negocio para el club si cuando fue el responsable de conducir en Rosario los destinos de la bebida cola que se vende sola hasta en el desierto, la empresa se desmoronó". Sin embargo, muy pronto las risas y la festejada broma dieron paso a gestos de angustia cuando los del grupo imaginaron al club de los amores en la intemperie del quebranto.
| |