Carlos Roberto Morán
Santa Fe.- Un joven santafesino que desde fines de 1999 se encuentra detenido en una cárcel de máxima seguridad de Buenos Aires denunció, a través de un llamado telefónico a La Capital, que las autoridades penitenciarias de Santa Fe le niegan sus constantes pedidos de traslado a esta provincia y lo mantienen alejado de sus familiares. En tanto, voceros del Servicio Penitenciario (SP) manifestaron que la imputación que pesa sobre el muchacho, que es la de haber dado muerte a un guardiacárcel durante un violento motín en la cárcel de Las Flores, complica la demanda del recluso ya que no están dadas las garantías para su vida tras las rejas. Facundo Martín Castro está acusado de matar de un balazo al guardiacárcel Marcos Sánchez durante una violenta refriega ocurrida el 16 de agosto de 1999 en el pabellón 3 de la cárcel de Las Flores, al norte de la capital provincial (ver abajo). Ese hecho, inédito en los anales de la historia carcelaria provincial ya que nunca un guardiacárcel había muerto a manos de un recluso, desestabilizó a la propia estructura del SP y le costó el cargo al entonces director del organismo, Daniel Giménez. A pesar de que desde un primer momento Castro se declaró inocente de la acusación, el juez de Ejecución Penal de Las Flores dispuso su traslado inmediato a una cárcel ajena a la jurisdicción provincial a fin de preservar su integridad física. Y ese sería en verdad el motivo por el cual no se accede al pedido de traslado. "Se teme que alguien se la quiera cobrar", dijeron los voceros. Castro comentó que la cárcel de Melchor Romero (en las afueras de La Plata), donde está detenido, es considerada del tipo correctivo y su régimen disciplinario "es muy estricto". Allí, los detenidos están alojados en celdas individuales y salen sólo dos veces por día a un patio que comparten 17 internos. En su comunicación con este diario, Castro dijo que desde el día del motín sólo fue llamado una vez por el juez de instrucción Roberto Prieu Mántaras para ser interrogado acerca del episodio que le imputan y que en esa oportunidad se negó a hablar. Fue en diciembre de 1999 y después "nunca más" se lo convocó. El episodio jamás fue esclarecido y no tiene sentencia aunque habría testigos y filmaciones que responsabilizarían a Castro como el autor del crimen. "A mí me hirieron, y si tomé un rehén fue sólo para preservar mi vida", afirmó el joven de 23 años, que por entonces estaba condenado a 15 de prisión por un homicidio cometido cuando tenía 18 años. Finalmente, Castro le manifestó a este diario que el jefe de Melchor Romero le indicó que el titular del SP bonaerense habría manifestado que mientras estuviera bajo su jurisdicción no sería cambiado de lugar. No obstante ello las autoridades de Santa Fe tendrían la intención de insistir ante sus pares para que lo deriven a otro establecimiento carcelario de la vecina provincia más próximo a territorio santafesino, contemplándose como posibilidad las cárceles de Junín y San Nicolás.
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