El ex presidente Carlos Menem deberá continuar detenido en la casona de Don Torcuato, ya que el juez federal Jorge Urso le rechazó el pedido de excarcelación que presentaron sus abogados Oscar Roger y Oscar Salvi. Pero este no fue la única mala noticia que recibió el ex jefe del Estado: la Cámara de Apelación en lo Penal Económico ordenó que sea indagado por presunto contrabando agravado de armas y pólvora (ver aparte). La defensa de Menem había pedido anteayer, en un escrito de unas 50 páginas, la excarcelación del ex mandatario argumentando que "de ninguna manera se puede presumir" que estando en libertad vaya a eludir la acción de la Justicia. Roger y Salvi basaron su presentación en jurisprudencia de la Cámara de Casación Penal e invocaron el Pacto de San José de Costa Rica, que tiene carácter constitucional en el país desde 1994. Los abogados intentaron así convencer a Urso de que el encuadre legal como jefe de una asociación ilícita (cuya pena mínima es de 5 años de prisión) no impedía decretar la libertad provisoria de Menem. El juez rechazó esos argumentos y confirmó el arresto domiciliario de Menem en la quinta de su amigo y ex titular de la Casa de Moneda, Armando Gostanián, bajo las mismas condiciones en las que se encuentra actualmente. El rechazo de Urso equivale, según el ordenamiento judicial argentino, a una sentencia definitiva, con lo que queda abierta la vía para recurrir, en igual sentido, a los tribunales superiores, incluida la Corte Suprema. La defensa de Menem recorrerá ese camino: planteará la excarcelación ante la Sala II de la Cámara Federal y, en caso de nuevo rechazo, irá hasta la Cámara de Casación y luego al máximo tribunal.
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