cartas

Hecho deleznable

Una vez más, mi querido amigo lector, me dirijo a través de este espacio, con el fin de comentar un hecho ocurrido el día 1º de julio, donde ya por tercera vez consecutiva, una o varias personas, estimo yo que con poco sentido de una persona normal, arrojan en dos especies vegetales un fuerte producto, que entiendo será para secar las mismas. Digo anormal porque pensar que en ese momento hubiera pasado un niño y que por mera casualidad tocase las plantas o se le cayera algo a la vereda y luego se hubiese llevado las manos a la boca, seguramente le hubiese provocado la muerte. Sin palabras ante estos hechos deleznables y que en lugar de emplear sus manos y tiempos en hacer el bien, incurren en el campo del delito sin medir sus consecuencias.
Francisco R. Siegel