Los representantes de la NBA y del sindicato de jugadores acordaron incrementar el tope salarial hasta los 42,5 millones de dólares, según anunció la propia NBA. De esta manera el límite aumenta en siete millones de dólares, mientras que el mínimo salarial por equipo fue fijado en 31.875 millones de la moneda norteamericana. Las negociaciones provocaron que se frenaran la firma de numerosos contratos y traspasos, que podían haberse realizado desde el primer minuto del pasado miércoles. Poco después del acuerdo, se anunciaron varios cambios. Los Phoenix Suns vendieron a Jason Kidd y Chris Dudley al New Jersey Nets a cambio de Stepon Marbury, Johnny Newman y Soumalia Samake. Los Sixers, por su parte, firmaron un nuevo contrato con el mejor sexto hombre de la pasada temporada, Aaron McKie. Los montos salariales, por supuesto, están muy por arriba de los que gana cualquier operario en este país.
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