Año CXXXIV
 Nº 49.184
Rosario,
sábado  21 de
julio de 2001
Min 8º
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Fuera de foco
Raúl Bruschini: "Marcamos las diferencias"
El director dijo que "Odisea televisiva" es una reflexión sobre la televisión

-¿Cuál es el planteo de la obra?
-Intentamos plantear una dicotomía entre las posibilidades de la imagen y lo que implica un cuento, una narración, cualquier historia verbal o escrita, en relación al producto terminado que ofrece una pantalla. Tampoco se plantea la dicotomía entre personajes buenos y malos. Aunque en la obra aparecen personajes oscuros, en el fondo no lo son tanto y lo mismo ocurre con los buenos.
-¿Cómo surgió la idea?
-El texto es nuestro y lo hicimos hace unos cinco años, pero lo retrabajamos en base a una obra de mimo y títeres. Nos interesó aprovechar la forma en que la imaginación un cuento, en el que el resultado final lo pone el lector.
-¿Es una buena estrategia criticar la televisión justamente con los chicos?
-No creo que sea ni malo ni bueno, sino que apuntamos a marcar algunas diferencias.
-¿Vos no mirás televisión?
-Es una cuestión de medida. Así como ocurre que uno puede estar horas delante de la televisión, cosa que en el caso de los chicos es contraproducente, el efectos de la lectura es diferente para aquellos que también tienen la posibilidad también de leer. La lectura les puede provocar cosas diferentes porque funciona de otra manera. Cuando uno ve un producto terminado se cierran esas posibilidades. Todo depende de cuánto tiempo uno pueda dedicarle a cada cosa.
-¿Tus hijos ven televisión?
-Sacar el cable fue una decisión difícil. Si queremos ver una película, la elegimos y no hay problema. Lo que pasa con la tele es medio desesperante porque yo veía a mi propia hija mirando cómo otros chicos jugaban con videos en la televisión. Me pareció un delirio. De todas maneras no creo que sea ni bueno ni malo, sino que lo importante es la proporción, el tiempo que le dedican los padres a leerles a sus hijos y cuánto están plantados delante de la tele.
-Y de cuánto tiempo tienen los padres para hacerlo...
-Sí, también está relacionado con otra realidad en la que cuenta el tiempo que tienen los padres para estar con sus hijos. Es patético, pero es una realidad. Pero los teatreros, que somos utópicos absolutos, intentamos desde este espacio poder plantear otra posibilidad.
-¿Los chicos ya no acuerdan con una división categórica entre el bien y el mal de los cuentos clásicos?
-Están medio desdibujados los límites y hay algunos clásicos que son tremendos y que infunden una cierta carga de temor para inducir a estar del lado del bien. La obra plantea la aparición de un robot con sentimientos al que una organización quiere destruir junto con su inventor. El caso se difunde por televisión y hay una conductora que está a cargo del tema, pero ella no está encarnando el mal. Tampoco planteamos esa dicotomía entre lo que se debe o no se debe hacer.
-¿Cuál es la yapa que propone el ciclo?
-Se puede leer, escribir, reinventar los finales, con la intención de permitir la libertad de participación de los chicos y eso pasa con todos los espectáculos. No fue sólo una asociación de grupos para hacer frente a un lugar. Todos los espectáculos están unidos por una estética, un criterio, y tienen un mensaje que los engloba.
"Odisea televisiva" se ofrece a las 15 y a las 17,
en el Teatro de la Cooperación, Urquiza 1539.



Los personajes centrales de la obra infantil.
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