Un intento de robo a un supermercado de la zona sudoeste de la ciudad tuvo un desenlace tan inesperado como trágico: en medio de una tremenda balacera desatada por los delincuentes, primero fue herido un gendarme que custodiaba el comercio y después un vecino que observaba la escena fue alcanzado por un disparo. Aunque la sucesión de balazos no terminó en el comercio ya que poco después, mientras escapaba, uno de los maleantes fue abatido por la policía.
Según relataron testigos del episodio, todo se inició cerca de las 19.20 en el autoservicio Badani, ubicado en avenida del Rosario y Francia. A esa hora dos hombres jóvenes llegaron al comercio con intenciones de asaltarlo, pero apenas irrumpieron se toparon en la puerta con el sargento Mario Olivera, que revista en el Destacamento Nº2 Móvil de Gendarmería Nacional. El suboficial, que custodiaba el supermercado, resistió el atraco, pero la respuesta de los ladrones no se hizo esperar.
"Lo agarraron de las manos para sacarle el arma, pero el gendarme se resistió. Entonces forcejearon y en ese momento (Olivera) cayó de espaldas al suelo. Uno de los ladrones le sacó la pistola y empezó a dispararle", explicó Rodolfo Oviedo, uno de los vecinos que presenció el suceso.
Dos balazos disparados a quemarropa por el ladrón atravesaron la espalda del gendarme cuando estaba tirado sobre el pavimento, a pocos metros del autoservicio.
Pero la sucesión de tiros no terminó allí: los maleantes continuaron disparando mientras un vecino se acercaba al comercio para averiguar lo que había ocurrido. Pero el hombre no pudo llegar a su destino: un tiro lo hirió en el pecho, a la altura de la tetilla.
Se trata de Hernán Liendo, de 54 años, quien vive en avenida del Rosario 3120, y llegó por sus propios medios al Hospital Roque Sáenz Peña, desde donde fue derivado al Heca. Allí fue intervenido quirúrgicamente y los voceros no brindaron precisiones acerca de su estado de salud.
Otras dos balaceras
Después de la alocada balacera, los maleantes salieron corriendo hacia avenida Arijón, pero en el camino un agente del Cuerpo Guardia de Infantería (CGI), que estaba franco de servicio, divisó la huida de los ladrones y en ese momento se produjo un tiroteo entre los ladrones y el policía, en el que resultó baleado uno de los maleantes.
A pesar de estar herido, el ladrón y su cómplice continuaron el escape, mientras el agente del CGI pedía colaboración al Comando Radioeléctrico. Los delincuentes recorrieron unas diez cuadras y en la intersección de Arijón y avenida de Circunvalación una patrulla de esa fuerza de calle los alcanzó.
Allí, según fuentes policiales, se produjo un nuevo enfrentamiento en el que resultó abatido el ladrón herido mientras su cómplice logró escapar. Hasta anoche los voceros policiales no habían identificado al asaltante muerto.
Asimismo, fuentes de la investigación confiaron que el gendarme Olivera, de 36 años, vive en Villa Constitución y tiene cinco hijos. El hombre recibió un balazo en la región abdominal derecha y otro en la región dorsal por lo que al cierre de esta edición era operado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) y su estado era grave.