Una de las anomalías anatómicas del aparato reproductor masculino es el varicocele, que afecta entre el 10 y 15% de los hombres. Aparece generalmente entre los 15 y 35 años de edad, aunque no se descarta su inicio en la infancia.
Para Patricio Medel, especialista en andrología del Hospital Español de Buenos Aires, el varicocele es una de las principales causas por las que el hombre presenta infertilidad, y se detecta en el 50% de las consultas a los especialistas.
Por su parte, Osvaldo Padrón, miembro de la Sociedad Americana de Fertilidad, señala que cerca del 40% de los hombres que buscan tener un hijo por primera vez y no lo consiguen, así como el 80% de aquellos que ya han tenido hijos pero que ahora se han dado cuenta que son infértiles, son víctimas de la enfermedad.
Alteración anatómica
La causa, explica el urólogo Pedro Zermeño, adscrito al Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss), es una anormalidad anatómica del aparato reproductor masculino que ocasiona que las venas no drenen correctamente la sangre de los testículos.
Las venas se inflaman y elevan la temperatura normal del escroto, provocando que en los testículos se acumule una gran cantidad de esta sustancia.
Esta condición afecta en gran medida la producción de los espermatozoides, ya que puede disminuir la cantidad o deteriorar su movilidad. Zermeño agrega que la mayoría de los varicoceles ocurren sobre el testículo izquierdo.
Al no producir ningún síntoma, es difícil que el paciente se percate de ella, aunque en algunas ocasiones el varón puede tener una sensación pesada o de fricción en los testículos.
Los especialistas coinciden en que, la mayoría de las veces, el varicocele es descubierto casualmente o durante un examen clínico general. En menor medida los afectados acuden al médico tras experimentar la sensación de peso en los testículos o molestias en la región inguinal cuando están de pie, cuando se fatigan o cuando realizan un esfuerzo.
Pero, sin duda, el mayor número de diagnósticos se realizan después de hacer exámenes relacionados con la infertilidad de la pareja. Por ello es importante que todos los hombres se realicen cotidianamente un examen físico mediante la palpación del escroto y por el cual se detectan las posibles venas inflamadas. Si el paciente realiza un pequeño esfuerzo en esa misma posición (por ejemplo, toser) notará que el engrosamiento de las venas se acentúa. Es necesario que esta prueba se realice de pie, ya que si la persona se recuesta es posible que las venas se vacíen y la varicosidad sea menos notoria.
Otra forma de efectuar el diagnóstico médico es a través de ultrasonido.
Erradicar el problema
De acuerdo con los urólogos Amado Bechara y Adolfo Casabé, especialistas en disfunciones sexuales del Hospital Durand de la ciudad de Buenos Aires, la detección y el tratamiento realizados de manera temprana son factores que disminuyen la posibilidad de presentar problemas de infertilidad.
Cuando este padecimiento aún no ha repercutido de manera importante en las funciones de los órganos o en la calidad espermática, el control en base a medicamentos es el indicado, porque con ello se descongestiona el flujo sanguíneo y se regula la circulación venosa.
Si las molestias son graves y se ha llegado a complicaciones como la infertilidad, es necesario un tratamiento quirúrgico, que consiste en ligar la vena espermática para revertir la falla en la circulación de la sangre. Los métodos empleados pueden ser la cirugía transinguinal, retroperitoneal o laparoscópica.
La Ciudad
