"No es golpeando al que menos tiene como se va a solucionar el problema", disparó ayer el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás, a propósito del nuevo paquete de medidas implementadas por el gobierno de Fernando De la Rúa. El prelado no dudó en catalogar el modelo como anticristiano. "Si se basa en que los que tienen mucho puedan tener más y los que tienen poco tengan menos, no es absolutamente nada cristiano: veo que las medidas son todas muy oscuras", se despachó. Los efectos del ajuste tampoco le pasaron desapercibidos al arzobispo, quien calificó a la rebaja de salarios y jubilaciones como "inconstitucional".
Mirás remarcó que los recortes salariales son inconstitucionales "para todos" y optó por otras alternativas. "Creo que habría otro camino para equilibrar: jubilaciones y sueldos más altos", espetó, convencido de que "si no se puede avanzar sobre ciertos estamentos como los magistrados o los diputados porque es inconstitucional, tampoco admite la Constitución nacional que se rebajen los salarios y las jubilaciones más chiquitas".
A pesar de que el religioso aclaró una y otra vez que aún no se había interiorizado "exhaustivamente" sobre el nuevo paquete económico, no dudó en explayarse sin piedad en contra de la clase política. "No quisiera expresarme sin conocer bien las medidas, porque si no haría lo que hacen los políticos, que hablan sin conocer", ironizó.
Mirás insistió con el concepto de que la crisis del país es esencialmente moral y en ese sentido bregó por que el aspecto económico se resuelva "combatiendo" las inmoralidades. "Espero que el gobierno esté preocupado por quitar las inmoralidades, que no suelen venir de los pobres y de los que poco tienen, sino al revés: de los grandes evasores y de los contrabandos fenomenales que se dan en la Argentina", aseveró.
A renglón seguido, reivindicó otro sentido del concepto de "independencia", distinto al que usa el gobierno para designar al pacto político que sellará el ajuste. "Hace mucho que lo vengo diciendo: la independencia tiene que ver con el aspecto económico y cultural", explicó.
"En este momento no se puede hablar en absoluto de equidad, y la Justicia para aplicarse tiene que ser equitativa", señaló.
Pero Mirás fue aún más allá y afirmó que "este es el momento" de corregir el planteo político republicano "para que las cosas se encaminen de otra manera". Sin titubear, aseguró: "Nuestra democracia debería ser auténticamente representativa, pero poniendo una boleta cada dos o cuatro años no lo es".
Con picardía añadió: "No me atrevería a decir que hay que refundar la república, pero sí replantear y corregir el rumbo".
Terremoto
La preocupación general del arzobispo no obvió focalizar también en la grave crisis social y económica de Rosario. En ese marco, remarcó que la ciudad es "una de las más castigadas" por la desocupación y la miseria.
"Existe una cadena solidaria muy importante, que está realizando una labor fenomenal en todos los comedores, no sólo de Cáritas, e incluso muchos no son de la Iglesia Católica", destacó, al tiempo que advirtió que el asistencialismo no puede sostenerse indefinidamente.
Más aún, Mirás recalcó que las grandes tareas voluntarias se dan en situaciones "tremendas que no pueden durar años". Para reforzar el concepto citó ocasiones de catástrofes climáticas como los terremotos o inundaciones: "Son momentos en que aparecen estas estructuras de asistencialismo, pero donde todos esperan un futuro y se trabaja hasta volver a la normalidad, eso es lo que todos estamos deseando y esperando ahora", explicó.
Al respecto, dijo que no tiene previsto en lo inmediato dirigirse a las autoridades políticas y recordó que la Iglesia ya lo hizo en mayo y noviembre pasados. "El problema no es que nos dirijamos a la clase política, sino que se atienda la propuesta moral que hacemos, y la política y la economía pueden estar dentro o no de la moral", afirmó.
Si bien el arzobispo de Rosario no aseguró que la Iglesia sacará un nuevo documento a la luz de las recientes medidas económicas, dijo que "espera" que haya algún pronunciamiento.
Pocas vocaciones
Las declaraciones del arzobispo de Rosario fueron hechas en el marco de la ordenación de un sacerdote de la orden Carmelita, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen. "Este año hemos ordenando a dos sacerdotes y si Dios quiere el año próximo lo harán seis, pero en realidad el número óptimo sería veinte", se lamentó Mirás.
El prelado advirtió que la arquidiócesis local involucra a 1.600.000 personas, quienes sólo cuentan con 130 curas. "Muchos de ellos ya son ancianos", indicó, y se esperanzó con la posibilidad de que la situación se revierta. "Desde los años 70 existe una disminución de las vocaciones, luego hubo momentos de recuperación, pero aún son escasas", remató.