Año CXXXIV
 Nº 49.178
Rosario,
domingo  15 de
julio de 2001
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Desbarataron una banda de falsos gestores y hay tres detenidos
Estafaban a una mutual y a jubilados con la gestión de créditos truchos
Fabricaban identidades y carpetas con documentación apócrifa para obtener préstamos que nunca devolvían

María Laura Cicerchia

Una banda que estafaba a una mutual mediante la gestión de créditos con documentación apócrifa fue desbaratada ayer por efectivos de la Sección Seguridad Personal de la Unidad Regional II de policía, cuyos hombres detuvieron a tres sospechosos. Los estafadores repetían una ajustada maniobra que tuvo como principal damnificada a la entidad que otorgaba los créditos, una mutual de la zona norte que resultó defraudada en 21 mil pesos. Los falsos gestores contactaban jubilados y personas sin empleo, les fabricaban una identidad falsa y obtenían los 700 pesos del préstamo, aunque sólo entregaban 200 a sus falsos clientes.
Para llevar adelante la maniobra, los estafadores habían montado una gestoría en una oficina céntrica donde se dedicaban a construir identidades: carpetas con documentación apócrifa a nombre de personas que quizás nunca sabrán el uso que hizo de su filiación. Según señalaron fuentes policiales, los gestores tramitaron en total unos 30 créditos de 700 pesos cada uno. El dinero era otorgado por la Mutual Barrio Sarmiento, de Asamblea 680, que resultó estafada en unos 21 mil pesos.
La estafa era por partida doble: por un lado engañaban a la mutual, que nunca recuperó el dinero de los préstamos, y por otro a los jubilados, a los cuales entregaban menos de la cuarta parte del crédito para quedarse ellos con el resto.
Quizás por abarcativo, el fraude quedó al descubierto de tres formas diferentes. La primera en descubrir que pasaba algo raro fue una jubilada cuyo nombre había sido usado para sacar un crédito, sin que ella lo supiera, y desde la Ansés comenzaron a debitarle dinero de sus haberes. Después lo descubrió la mutual, cuando le resultó imposible recuperar el dinero prestado porque los beneficiarios "no existían". Y también algunos jubilados que obtuvieron el crédito a su nombre sospecharon porque en su jubilación les descontaban dinero por un préstamo mayor a los 200 pesos.
Con todas estas denuncias en su haber, los efectivos de Seguridad Personal iniciaron hace un par de meses una investigación al mando del titular del área, el comisario Sergio Aguilar, que ayer culminó con la detención de tres personas acusadas de estafas reiteradas, a disposición del juzgado de Instrucción Nº 5. Se trata de René Daniel González, de 47 años; Pablo Alejandro Colazo, de 37; y Liliana Rojas, de 34 años.

Allanamientos y pruebas
En las viviendas de los tres detenidos la policía secuestró documentación apócrifa que los compromete con la causa, según señaló una fuente policial. Los agentes también allanaron la sede de la Nueva Mutual de Activos y Pasivos de la Junta Nacional de Granos, ubicada en Mendoza 1871, de la cual es presidente el imputado René González, aunque la entidad no está vinculada a la causa.
Según una fuente de la investigación, la banda "operaba" desde una oficina de San Luis 2041, donde trabajaba Liliana Rojas. En el frente del local puede apreciarse un letrero que ofrece "créditos". La maniobra no sólo involucraba a jubilados y pensionados, sino también a desocupados o personas sin recibos de sueldo a los que los gestores fabricaban solvencia mediante documentación adulterada.
Cuando los titulares obtenían el préstamo en la Mutual Barrio Sarmiento, los gestores los acompañaban al banco, cobraban los 700 pesos del crédito y entregaban sólo 200 a los titulares. Ellos se quedaban con el resto.
El puntapié inicial para desenredar la madeja de engaños lo dio Norma Beatriz Laurito. Esta mujer denunció que en su recibo de haberes jubilatorios le habían descontado dinero por créditos de la mutual que ella nunca había pedido. Entonces los investigadores comprobaron que alguien había presentado una carpeta a su nombre para la obtención del crédito, con un recibo de haberes falsificado y una firma adulterada.
La mutual tampoco tardó en detectar las irregularidades. Al presentar la documentación de los beneficiarios en la Ansés para el reintegro del dinero, descubrió que los jubilados no existían.
Los gestores siempre usaban personalidades falsas, aunque los primeros dos o tres créditos los obtuvieron con jubilados reales para no despertar sospechas en la mutual. Estas personas también los denunciaron cuando observaron que los descuentos en sus haberes eran por una suma mayor a la que habían cobrado.



Agentes policiales en el local de San Luis al 2000.
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