La antigua Casa de Elena y Fausto Burgos es un hito del circuito turístico que incluye a San Rafael, Mendoza. Se trata de un edificio de dos pisos ubicado en Saavedra y Chile de la ciudad del sur mendocino y, si bien no es un museo, se erige como verdadera joya del San Rafael antiguo, con su original arquitectura europea colonial, antiguos balcones cuzqueños, muebles de estilo y una invalorable colección de objetos de valor artístico y cultural.
La antigua casa perteneció a principios del siglo pasado al matrimonio constituido por la platense María Elena Catullo de Burgos (1894-1857) y el tucumano Fausto Burgos (1888-1953), quienes ya casados viajaron a San Rafael en 1916, donde residieron por el resto de sus vidas y a cuya comunidad legaron lo mejor de su patrimonio artesanal, artístico y educativo.
Cuenta con una biblioteca de más de 3.000 volúmenes _en su mayoría manuscritos de Fausto Burgos_ y cientos de fotos antiguas que muestran el crecimiento de la zona y los viajes realizados por el matrimonio alrededor del mundo. También posee una variada colección de obras de arte de la cultura incaica, piezas artísticas en plata, instrumentos musicales y numerosas obras en cerámica y tejidos.
Según Leopoldo Burgos, nieto del matrimonio fundador, "la idea es organizar reuniones culturales todos los fines de semana para que la casa no sólo esté abierta al turismo, sino al público en general, para hacer de ella un lugar de expresión artística y ayudar entre todos a mantenerla".
Desde hace más de tres décadas, por el generoso legado de sus hijos Néstor David Burgos y Yolanda Moyano de Burgos, el sitio permaneció abierto a todos los turistas que deseen visitar el corazón de Mendoza y a toda la comunidad que los rodea.
Revalorizar el patrimonio
El 9 de junio de 1993 la Asociación Casa de la Cultura de Elena y Fausto Burgos recibió su personería jurídica, enmarcada en un plan de revalorización del patrimonio, con la idea de aprobar el proyecto de apertura de un centro de interpretación patrimonial que una la tradición artística acumulada con la moderna gestión museológica.
"La idea que aún continúa es realizar un relevamiento integral de los bienes culturales para abrir al público su biblioteca americanista y recuperar la arquitectura y mobiliario de la casa", explicó el joven heredero, Leopoldo Bustos.
Consciente del valor histórico de la propiedad y sus recuerdos, Burgos mantiene la idea de restaurar los cuadros de la Escuela Cuzqueña en manos de la Fundación Tarea, institución patrocinada por la fundación Antorchas y la Academia Nacional de Bellas Artes, quienes comparten el asombro por la variedad e importancia de la colección pictórica reunida por la pareja.
Así, la Casa de Elena y Fausto Burgos ofrecerá nuevos servicios sumados a su hospitalidad añeja, promoviendo la educación y el deleite de la comunidad mendocina y el turismo.