Asunción. - Exponentes del oficialismo paraguayo y de la familia del asesinado vicepresidente Luis Argaña expresaron su satisfacción por el rechazo en Brasil del refugio político solicitado en ese país por Lino Oviedo. Cientos de ciudadanos paraguayos salieron también a la calle para festejar.
Jesús Argaña, hijo del asesinado vicepresidente y secretario privado del presidente Luis González Macchi, expresó su "satisfacción por el rechazo del absurdo pedido de refugio político planteado por el asesino Oviedo". "Con esto se ratifica sin ningún tipo de dudas de que en el Paraguay existe estado de derecho, existe justicia e impera la ley", dijo, aludiendo así al argumento oviedista para reclamar el refugio de que la Justicia paraguaya no es confiable y que su vida correría peligro en caso de ser extraditado al Paraguay.
Jesús Argaña también dijo que los abogados del gobierno apelarán la reclusión domiciliaria con que el STF del Brasil benefició la semana pasada a Oviedo. A su criterio, el ex general se benefició "graciosamente" con esa medida, ya que como "asesino, magnicida, violentador del estado de derecho, autor de varias asonadas, corresponde que vuelva al lugar que le corresponde, tras las rejas", según dijo.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, senador Luis Alberto Mauro, también expresó su satisfacción por el rechazo del refugio. "Creo que el Conare actuó conforme a derecho evitando que un delincuente común eluda a la Justicia paraguaya para evitar ser procesado por delitos que cometió en su país".
Mutismo de oviedistas
No hubo reacción inmediata en círculos oviedistas, donde la semana pasada los partidarios del ex militar celebraron ruidosamente su traslado desde una prisión militar a otra domiciliaria, y se estimaba esa medida como un preludio de la concesión del refugio, que ayer le fue denegado.
Por el contrario, decenas de personas festejaron frente al Congreso de Paraguay la decisión de Brasil. Los manifestantes eran en su mayoría familiares de siete jóvenes asesinados en marzo de 1999 durante disturbios callejeros que siguieron a la muerte del vicepresidente Argaña en un atentado callejero en el que Oviedo fue acusado de estar involucrado.