Brasilia. - El gobierno brasileño rechazó ayer la solicitud de asilo político del detenido ex general paraguayo Lino Oviedo, decisión que reabrió el proceso de extradición a su país, donde enfrenta cargos por asesinato. "La solicitud fue rechazada", dijo un portavoz del ministerio de Justicia sobre la decisión adoptada en forma unánime durante una reunión de la Comisión Nacional de Refugiados (Conare).
Los miembros del Conare, organismo integrado por representantes del ministerio de Justicia, de la policía federal, del ministerio de Trabajo, de organizaciones de defensa de los derechos humanos y otros, definieron que no existen razones válidas que sustenten el pedido de Oviedo. El Conare se reunió en el ministerio de Justicia en Brasilia para analizar el caso y estableció que Oviedo "no tiene las pruebas suficientes para que Brasil acoja su pedido de refugio, para demostrar que el gobierno de Paraguay haya ordenado su persecución política".
El principal argumento del gobierno brasileño para rechazar el pedido de asilo político de Oviedo fue que el ex general paraguayo es acusado en su país de asesinato, lo cual lo inhabilita a obtener el status de refugiado político. Oviedo, quien se encuentra bajo arresto domiciliario, había solicitado ese beneficio debido a que considera que en Paraguay su vida corre peligro y no existen las garantías de que sea sometido a un juicio imparcial.
La Justicia paraguaya pidió la extradición de Oviedo, detenido en Brasil desde junio del 2000, como autor moral del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña en 1999. El comité señaló que los cargos imputados a Oviedo se encuadran en la cláusula de exclusión para el reconocimiento de la condición de refugio. No obstante, su abogado Walter Costa Pinto consideró extraño el fallo, por cuanto Oviedo no fue entrevistado por la comisión antes de tomar la decisión. Agregó que el gobierno paraguayo "puso un precio a la detención del militar, vivo o muerto, por la suma de un millón de dólares".
El máximo tribunal decide
La comisión hizo a un lado el argumento esgrimido por Oviedo de que enfrenta persecución política en Paraguay y dejó la decisión sobre el futuro del carismático ex general en manos del Supremo Tribunal Federal (STF, Corte Suprema). El máximo tribunal brasileño deberá decidir si concede o no el pedido de extradición formulado por Paraguay. El abogado de Oviedo se mostró confiado en que la Corte Suprema brasileña rechazará la solicitud de extradición. "El caso pasa a manos del supremo tribunal, pero encuentro que hay un ambiente favorable al general", sostuvo Costa Pinto. "Los errores en el pedido de extradición son escandalosos y está probado que el general es un perseguido político", remarcó el jurista en una consulta telefónica.
El abogado citó el hecho de que de los nueve acusados por la muerte de Argaña, ocho están libres por falta de pruebas, lo que demuestra la fragilidad del caso. La decisión de la comisión de refugiados, adscrita al ministerio de Justicia, se produjo una semana después de que la Corte Suprema autorizó a Oviedo a permanecer bajo arresto domiciliario, por lo cual fue trasladado a casa de un primo en un elegante barrio de Brasilia.
El ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner vive en el mismo barrio como asilado desde que fue derrocado en 1989. El ex presidente paraguayo Raúl Cubas, quien gobernaba el país cuando Argaña fue asesinado, también está asilado en Brasil.
Costa Pinto adelantó que la Corte Suprema podría decidir sobre la extradición de Oviedo en agosto, cuando regrese de su receso de medio año. Oviedo fue sentenciado en Paraguay a 10 años de prisión por el fallido golpe de Estado contra el ex presidente Juan Carlos Wasmosy, en 1996 y de ser el autor intelectual del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, en febrero de 1999. También fue acusado de estar involucrado con el narcotráfico.
En marzo de ese mismo año, tras la renuncia del presidente Raúl Cubas Grau, Oviedo pudo asilarse en Argentina, pero se escapó y permaneció desaparecido durante varios meses hasta que fue ubicado y detenido en la sureña ciudad brasileña de Foz do Iguazú, fronteriza con Paraguay, en junio de 2000.
Una defensa objetable
Oviedo negó todas las acusaciones y dijo que forman parte de la estrategia de sus opositores para restarle credibilidad política "e impedir mi acceso al poder con el voto del pueblo paraguayo", según dijo en diciembre cuando fue convocado a declarar ante la Justicia brasileña.
La Ciudad
