Las fotos de Dani Yako están acompañadas por textos de Martín Caparrós. A continuación, dos fragmentos de la introducción a "Extinción": u "Primero trabajaron: después, si acaso, los hombres empezaron a narrarlo. Y sus relatos fueron cambiando con los días. "Hubo tiempos en que el trabajo fue la condena que el hombre recibió por su soberbia: por su ambición desmesurada. El fulano se pasó de listo; para disciplinarlo -para ponerlo en su lugar- un tal Dios lo condenó a ganarse el pan con el sudor de su frente. Sólo así podía justificarse semejante castigo. y así nos fue, durante siglos: trabajar era algo que quien podía despreciaba. Después, hace quinientos años, otros religiosos del mismo Dios imaginaron que, en realidad, la labor era una oportunidad que nos daba el señor para vindicar nuestro paso por esta vida de pesares: de ahí en en más, para muchos, el trabajo se volvió el espacio donde escribir sus propias vidas. Había sido condena; fue, por un tiempo, salvación". u "El trabajo es un desaparecido del proceso democrático. Y se ha convertido en una aspiración: millones de argentinos desesperan por conseguir el privilegio de entregar, todos los días, ocho, diez o trece horas de sus vidas a cambio de una cantidad de plata apenas suficiente para pagarse lo más básico".
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