"Responsabilizamos al Estado provincial y a las autoridades policiales de lo que ha pasado hoy con nuestro compañero y de la desprotección total del personal policial". La afirmación corresponde a Alberto Martínez, miembro de la incipiente Asociación Profesional Policial. El agente baleado ayer, Alexis Salguero, pensaba firmar su afiliación al novel gremio anoche pero un disparo lo dejó inmóvil e inconsciente. Sus compañeros de trabajo guardan con recelo la solicitud de ingreso que Salguero no alcanzó a llenar y hablan de él sin poder contener las lágrimas: "Es un muy buen pibe. No tiene maldad", dicen los uniformados sin ocultar sus emociones. Salguero había egresado de la Escuela de Cadetes el 1º de septiembre de 2000 y desde hace dos meses cumple funciones en la comisaría 17ª, de Fisherton. El joven oficial no vive en Rosario: cada vez que termina una guardia vuelve su casa en la ciudad de San Justo, donde vive su hijo de 3 años y revista su padre, un comisario principal de la Unidad Regional XVI. "El policía no fue formado para el cuidado de presos. Tiene que estar jornadas de más de 12 horas y sin las medidas básicas de bioseguridad porque no hay un lugar de detención para presos con enfermedades infecciosas. El Estado provincial vulnera todas las reglamentaciones laborales vigentes", cuestionó Martínez.
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