La larga espera de los resultados de la reunión de gobernadores justicialistas, rumores de renuncia del presidente Fernando de la Rúa y una breve sesión de Wall Street atentaron ayer contra los mercados domésticos, que profundizaron su tendencia declinante. La Bolsa de Comercio de Buenos Aires terminó la jornada con una caída del 4,19% en el Merval y el indicador del riesgo país en 1.079 puntos básicos, resultados que reflejan claramente la incertidumbre política. La bolsa porteña comenzó las operaciones con una leve tendencia al alza pero con el correr de los minutos y en la medida en que los rumores se apoderaban de la plaza porteña el Merval se puso negativo y llegó a perder un 4,52 por ciento, aunque a cinco minutos del final recortó para llegar al 4,19 por ciento. "Las versiones sobre la renuncia del presidente calaron hondo en el humor de los operadores y las declaraciones del gobernador del Chaco, Angel Rozas, no ayudaron. Hay muchas cosas en el medio y hasta se especuló con un problema de salud de De la Rúa, por eso el mercado se derrumbó", explicó a un operador de la plaza local. El Merval, que se ubicó en los 389,11 puntos, el nivel más bajo del año, arrastró en su caída a la bolsa de San Pablo, donde el Bovespa terminó la rueda de operaciones con una caída del 1,39 por ciento en 14,352,77 unidades con el real cotizándose en 2,34 unidades por dólar, luego de la intervención del Banco Central brasileño para evitar que superase la barrera de los 2,35 reales. "El mercado tiene dudas sobre la gobernabilidad porque la crisis con los gobernadores peronistas parece profundizarse y con las elecciones a tres meses una ruptura de relaciones puede profundizar la recesión, y en medio de ese escenario los rumores sólo pueden entenderse como más nafta al fuego", detalló un broker de un banco local. Los operadores coinciden en que el mercado no consigue asimilar la cantidad de rumores y conflictos que se plantearon en los últimos días, como el debate del ministro Domingo Cavallo con los economistas del Cema; o las cifras de corte negativo que mostró la economía local en los últimos días. El call money se mantuvo dentro de los rangos de anteayer. Se transó a 10,5 por ciento en pesos y a 5,5 por ciento en moneda norteamericana. "Cae la recaudación, se anuncia un crecimiento del desempleo, en junio se registró un récord de quiebras de empresas y crecieron los despidos y las suspensiones, son de por sí muchas malas noticias como para condimentarlas con peleas con el Cema o versiones de renuncia", agregó el operador bursátil consultado. Esta visión negativa se hizo extensible a los inversores internacionales que buscaron desprenderse de los papeles argentinos en una jornada signada además por la operatoria reducida en Wall Street, como anticipo del feriado del 4 de julio en los Estados Unidos. Al cierre de Wall Street, que abrió sus puertas sólo media jornada, el riesgo país se ubicó en 1.079 puntos básicos, 17 sobre su último cierre y con una escalada que refleja las dudas de los inversores tanto sobre la capacidad de crecimiento de la economía argentina como sobre las condiciones de gobernabilidad.
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