Venado Tuerto.- Mientras la Justicia de esta ciudad y de Rosario siguen investigando la estafa perpetrada contra el Concejo venadense, de donde se robaron cinco cheques en octubre pasado, el titular del comercio donde se desbarató la operación relató algunos detalles del suceso. Sergio Airoldi, uno de los dueños de un negocio de informática del centro rosarino, fue quien posibilitó que la policía arrestara a dos rosarinos que estuvieron a punto de comprar cuatro computadoras con los documentos sustraídos del deliberante venadense.
La historia generó dos causas: en Rosario, por estafa, por la cual se procesó a Ricardo Osvaldo Zabella y Norberto Gerardo Guarascio por intentar comprar las computadoras con los cheques robados. Ambos están detenidos por orden del juez de Instrucción de la 4ª Nominación, Jorge Eldo Juárez, quien dijo a La Capital que ambos tienen varias causas por delitos similares.
La otra causa, en Venado Tuerto, por la desaparición de los cheques del Concejo, fue primero caratulada como hurto simple y luego como tentativa de estafa. Por esta razón pasó a manos del juez Hugo Perassi y hasta ahora hay un único imputado, el tesorero del Concejo -actualmente suspendido- José Guarnieri, quien aseguró ser inocente al declarar la semana pasada. Ambos magistrados dijeron a La Capital que se interiorizarán de las respectivas instrucciones para establecer alguna posible conexión. No debe descartarse que ambas causas pudieran en algún momento unificarse.
La desaparición de cinco cheques del Concejo venadense se descubrió cuando dos rosarinos compraron con esos documentos dos computadoras portátiles en Airoldi Computación y quedaron en comprar dos más a la semana siguiente. Uno de los titulares del comercio, Sergio Airoldi, relató que los hechos comenzaron a desencadenarse cuando una persona (presumiblemente Guarascio) llamó por teléfono para solicitar cuatro computadoras portátiles. "Luego vino al local y nos mostró los cheques en blanco que iba a utilizar para pagar las máquinas que encargó", dijo y agregó que eso fue, "más o menos", en la primera semana de octubre.
Airoldi no poseía las máquinas para la entrega y le solicitó al eventual cliente a que le dejara los cheques para corroborar su legitimidad. Gentilmente, el hombre que inició los trámites de compra le entregó los cheques con los cuales iba a realizarla para que los fotocopiara. En ese plazo de 48 horas iban a estar las máquinas listas para la entrega, siempre y cuando los informes sobre los documentos fueran favorables.
En el informe de cheques solicitado por Airoldi, del 12 de octubre de 2000, se comprobó que la cuenta del Concejo Deliberante venadense gozaba de buena salud. No había habido cheques devueltos, nunca una denuncia, la antigüedad de la cuenta era de diez años, contaba con fondos propios y el titular de la chequera no estaba inhabilitado. "Estaba todo en condiciones para hacer la operación", señaló el comerciante.
El viernes 13 del mismo mes uno de los rosarinos retiró dos computadoras portátiles y quedó en retirar las otras la semana siguiente. Pagó las cuatro en forma anticipada con tres cheques del Concejo venadense con fechas 13 de octubre, 13 de noviembre y 13 de diciembre; dos de ellos por 2.600 pesos y el restante por 2547,17.
"En realidad no sé quién pudo haber llenado esos cheques pero lo cierto es que a mí me los mostraron en blanco y las cuarenta y ocho horas aparecen completos", sostuvo Airoldi. Sin embargo, dos pericias caligráficas demostraron una gran similitud entre la letra de los documentos y la del tesorero Guarnieri.
Redada
La denuncia policial realizada en Venado Tuerto por el faltante de cheques fue presentada el 18 de octubre por el presidente del Concejo, Carlos Rosenzvaig. No obstante, Airoldi deslizó que fue Guarnieri quien le comunicó por teléfono sobre esta situación. Alertado por eso, comenzó a preparar la redada para atrapar a los estafadores que aún debían retirar dos computadoras en los días siguientes.
"Cuando nos enteramos de esta situación me comuniqué con el comisario de la seccional 2ª y me dijo que cuando fueran a retirar las otras máquinas le avisara", relató el empresario. Eso sucedió el viernes 20, cuando uno de los estafadores ingresó al local para retirar las máquinas restantes y fue detenido por personal policial, al igual que su cómplice, que lo esperaba afuera.
Por su parte, otras fuentes judiciales confirmaron que podría haber otra persona involucrada en el Concejo venadense o al menos "con un algún grado de conexión con los autores rosarinos ya que se supone que alguien les entregó los cheques". Sin embargo, apuntó el comerciante rosarino que, pese a que él estaba alertado del robo de cheques a raíz de la denuncia policial radicada en Venado Tuerto, "los involucrados en el hecho tuvieron en su poder los cheques en blanco, varios días antes de que se me comunicara el robo de esos documentos".
Otra pericia
El juez Perassi ordenó la realización de un nuevo análisis del peritaje caligráfico que se le realizó al tesorero Guarnieri para corroborar -tal como lo demostró la prueba anterior- si su letra se condice con la utilizada para confeccionar los cheques. Esto obedece a un pedido de la defensa, que solicitó un nuevo peritaje, lo cual fue desestimado por Perassi a instancias de la posición de la fiscal Graciela Mastrocésare, quien se opuso a ello por considerar que la pericia es inobjetable y las pruebas obtenidas irrefutables. Sobre el peritaje anterior se realizará -"lo antes posible", dijo el juez- una nueva lectura, esta vez con la participación de especialistas designados por la defensa.
La Ciudad
