Un triunfo angustioso, apretado y que dejó abierto un interrogante para lo que puede pasar de aquí en más, cuando los rivales sean más serios, obtuvo anoche el seleccionado santafesino de básquetbol, al derrotar a su par de Río Negro por 83 a 80 (parciales 25-21, 52-36, 70-59, 83-80), al completarse la cuarta jornada de la 67ª edición del Campeonato Argentino categoría mayores, que tiene como sede a esta ciudad y a la de Santa Fe.
Con esta victoria el conjunto santafesino clasificó para disputar mañana una de las semifinales, halago que en este grupo obtuvo Córdoba y en la zona que se desarrolla en la capital de la provincia consiguió Entre Ríos. Para el cuarto semifinalista mantienen posibilidades Buenos Aires, Chaco y Chubut, según los resultados de hoy.
Los dueños de casa y los del Alto Valle en el compromiso de ayer tenían distintos expectativas. Santa Fe, con la obligación de ganar para seguir en carrera, en tanto los rionegrinos, sin posibilidades y sin el riesgo de perder la categoría, la única intención era la de ganar para terminar decorosamente su actuación en el torneo.
En el cuarto de apertura, Río Negro se mostró sólido y bien armado. Pero promediando esta etapa, Santa Fe se recuperó y con el buen trabajo de Mariano Cerutti (se lesionó sobre el final), Roberto López y Alejandro Reinick pasó a adueñarse de la situación, al punto de terminar el parcial con un 25 a 21 a su favor.
En los segundos diez minutos, los dirigidos por Fernando Frangella se convirtieron en claros dominadores en todos los sectores del juego para de esa forma poder sacar una cómoda diferencia (52-36), ante un rival que se quedó sin respuestas y pareció bajar los brazos.
Santa Fe se confío
En la segunda mitad, los santafesinos se confiaron, comenzaron a regularse quizá pensando en el compromiso de esta noche con Córdoba y como Río Negro volvió a armarse, gracias a la experiencia de Aguilar y la efectividad de Mázzaro, se puso nuevamente en partido.
En el cuarto de cierre, Santa Fe cayó en un pozo del que no podía salir. Sus hombres se quedaron sin gol y perdieron seis intentos ofensivos consecutivos. Por suerte el factor tiempo jugó en su favor y de esta forma llegó su tercer triunfo consecutivo. Pero fue una victoria para preocupar pensando en lo que se viene.