Washington. - Varios reveses en el Congreso, un difícil primer viaje por el extranjero y dudas sobre su programa conservador han mermado la popularidad del presidente George W. Bush, hasta el punto de que incluso algunos republicanos se preguntan si debe enmendar su rumbo político. A estos políticos les preocupan especialmente cuatro encuestas según las cuales la popularidad de Bush ha retrocedido entre un 6 y 8 por ciento desde comienzos del segundo trimestre. El descenso es debido en gran parte ante la percepción de algunos sectores de que Bush no presta atención a sus preocupaciones.
Muchos norteamericanos están alarmados por la política ambientalista y energética de Bush, según los sondeos, e incluso su mayor logro legislativo -una reducción fiscal de 1,35 billón de dólares- planteó dudas. Dos tercios de los entrevistados en una encuesta reciente creen que el dinero habría sido mejor gastado en otros programas. La situación no es mejor en el Congreso.
Un senador republicano abandonó el partido, y con ello dio el control del Senado a los demócratas. La Cámara de Representantes, aunque con mayoría republicana, rechazó el plan de Bush para buscar petróleo y gas natural en varias zonas estadounidenses y negó permiso para que los camiones mexicanos puedan transportar mercancías por Estados Unidos.
Algunos logros
La Casa Blanca destacó el éxito de Bush en algunos de sus primeros caballos de batalla, como la ley de la enseñanza y la reducción de los impuestos. "Creo que se trata de un presidente muy exitoso en asuntos legislativos", dijo el vocero de Bush Ari Fleischer. "La reducción de los impuestos fue aprobada por amplio margen. El proyecto de ley de la enseñanza fue aprobada por un amplio margen en la Cámara, y por un margen aún mayor en el Senado".
A estos problemas Bush tiene que sumar el atascamiento de su plan energético, presentado poco después de su toma de posesión. Los republicanos conservadores criticaron su abrazo al presidente ruso Vladimir Putin. Y un organismo federal impuso topes a los precios mayoristas de electricidad en toda la costa occidental del país, indicio de que incluso Bush podría haber alterado su oposición al control de precios, ante las presiones políticas. "Se trata de los tropezones normales que sufren los presidentes", dijo el analista republicano Witt Ayres. Ayres destacó que Bill Clinton tuvo mayores problemas en los sondeos en el mismo período de su presidencia. "Es un ejemplo de cómo llega un nuevo gobierno pletórico de energía, pero al cabo del tiempo la pierde", afirmó el asesor republicano Tom Rath. "Pero luego remontan el vuelo". Rath y otros creen que los tropiezos de Bush se deben a su falta de experiencia.