Belgrado. - La extradición del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic abrió las puertas del país balcánico a la ayuda internacional, pero al mismo tiempo desató una crisis política interna de considerables proporciones que el presidente Vojislav Kostunica intentará resolver mañana, cuando comience las consultas para formar un nuevo gobierno. La nueva administración federal podría asumir sus funciones dentro de diez días, dijo el asesor presidencial Slobodan Samardzic a la emisora B-92 de Belgrado. El primer ministro yugoslavo Zoran Zizic renunció el viernes a su cargo en protesta por la extradición de Milosevic, a la que consideró, al igual que Kostunica, ilegal y anticonstitucional. Su decisión provocó el desmoronamiento del gobierno federal, y Kostunica deberá sondear a sus aliados para encontrar un nuevo premier, que por disposiciones constitucionales deberá ser montenegrino. Las discusiones internas en Belgrado son necesarias, señaló en Washington el portavoz del Departamento de Estado norteamericano Phil Reeker. Kostunica incluirá en las negociaciones a los partidos que estén dispuestos a proseguir el curso reformista de su gobierno y a respetar la Constitución y las leyes, informó la televisión estatal serbia RTS.Según la Carta Magna, el nuevo primer ministro deberá ser montenegrino, ya que Kostunica es originario de Serbia. El gobierno caído se había formado tras la derrota electoral de Milosevic. Lo integraban la Oposición Democrática Serbia (DOS), tres partidos proyugoslavos de Montenegro y el grupo de expertos G-17.
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