En 1819, un negro liberto fue azotado por saber leer y escribir. En la época de la conquista, los españoles leían en castellano a los indígenas el Requerimiento para dejarse evangelizar, advirtiéndoles que si no acataban la orden divina serían reprimidos. Con el comienzo de la escuela moderna se ritualiza el acto de leer, reconociendo como un lector modelo aquel que es capaz de levantar la vista en los puntos, tomar el libro con la mano izquierda y pasarlas las hojas con la derecha. En la actualidad, muchos navegan entre los textos, imágenes y sonidos de Internet. Estas y otras "escenas de lectura" fueron reflejadas en la investigación "Historia de la enseñanza de la lectura y la escritura en la Argentina" (Histelea), dirigida por Héctor Cucuzza y codirigida por Pablo Pineau, docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Luján. Según señala Cucuzza, el proyecto propone como objeto de estudio "la historia social de la lectura y la escritura en el país -a través del relevamiento y análisis de manuales escolares-, las políticas legislativas estatales sobre los textos escolares, el accionar de las editoriales y las prácticas de aula para su tratamiento, además de las diferentes valoraciones sociales sobre los actos de leer y escribir". Para desarrollar la investigación, explica Héctor Cucuzza, se propuso la categoría de escena de lectura, que sirve para definir cómo, quiénes leyeron y leen en la Argentina. -¿Cuáles son esas escenas de lectura señaladas en la investigación? -Aunque hay más matices, podemos sintetizarlas en tres momentos claves, de manera de entender mejor las diferencias de escenas de lectura en un sentido social, es decir analizándolas desde la historia social y no desde la historia escolar. La primera es la del Requerimiento en la época de la conquista española. Se trataba de un documento atribuído a José de López Palacios Rubios, que el conquistador leía en castellano a los indígenas y les comunicaba desde la creación del mundo, la delegación de Dios de poderes al Papa, de éste a los Reyes de España y los reyes, a su vez, al conquistador. La comunicación se convertía en un ritual y se cerraba notificando a los indígenas que en caso de resistirse a la evangelización serían objeto de represión. Aparte, un escribano daba cuenta de haber cumplido efectivamente con la lectura del documento. Esta escena de lectura expresaba las relaciones de poder y subordinación, donde unos leen y otros sólo escuchan. Algo que hoy nos recuerda a los procedimientos policiales donde el policía lee al detenido sus derechos. -¿Cuál es otra escena paradigmática de lectura? -La de lectura escolar, configurada a fines del siglo XIX y ritualizada a partir de ciertas acciones. Recordemos que para leer había que pararse en determinada posición: talones juntos, puntas separadas, tomando el libro con la mano izquierda y haciendo girar las hojas con la mano derecha; detenerse en las comas, levantar la vista dirigiéndose al auditorio en el punto final. Este es un tipo de lectura escolar que se convierte en ritual. -¿También surge la denominada "lectura modelo"? -Así es, una lectura modelo donde primero leía la maestra, después había lectura coral, luego individual, seguida por la silenciosa. En este modelo, la maestra podía interrumpir en cualquier momento y sorprender al alumno con un "a ver, siga usted". Es decir, la lectura se ritualizaba en un modelo rígido. A nosotros nos preocupó ver que estas escenas de lectura escolar tenían sus orígenes en otras escenas de lecturas no escolares, en las lecturas como prácticas sociales y, sin embargo, se consolidaron de tal manera que cuando uno piensa en leer libros piensa casi naturalmente como hechos que ocurren en la escuela, y no como construcciones sociohistóricas. -¿Cuál es la tercera escena que consideraron marcó un cambio en las prácticas sociales? -Es la que se corresponde con la persona frente a Internet. Esta escena modifica la escena de lectura escolar. Ahora leer puede significar leer sin seguir una secuencia, modifica la idea escolar porque leo en forma individual. Se propone una nueva escena de lectura frente a la computadora: el hipertexto ya no sigue la linealidad de la escritura tipográfica y se navega por imágenes, sonidos y textos escritos enlazados por links. Todo esto plantea nuevos desafíos a la enseñanza de la lectura y la escritura, que superen la falsa antinomia de libros u ordenadores. -¿La lectura y la escritura siempre han ido de la mano? -No, la idea de lectoescritura es reciente. En el siglo XIX, los que leían eran muy pocos, menos los que escribían, y ambas prácticas estaban bien diferenciadas. En la mitad del siglo XIX, cuando se plantea la necesidad de formar lectores masivamente, empieza a incorporarse el planteo de enseñar lectura y escritura en forma conjunta. Así, desde que comenzó a hablarse de lectoescritura se instaló la vieja discusión sobre cuál era el método mejor para ser llevado a la escuela. Mientras tanto, en los siglos anteriores funcionaron diferentes formas de escrituras y lecturas. Pensemos que desde la época de los griegos había una clase de lectura y otra de escritura, incluso se cobraba más cara la de escritura, ya que las de lectura podían reunir en una misma clase a grupos de distintas edades y la práctica de escribir de por sí era costosa. También en estas clases, y como forma de control y poder, a las mujeres se les enseñaba a leer pero no a escribir. -¿Cómo han influido las políticas del Estado en la edición de los textos escolares? -El Estado comienza a intervenir concretamente en la edición y circulación de los textos con la creación en del Consejo Federal de Educación. Es común ver la leyenda en los textos escolares que anuncia "autorizado por el Consejo Federal de Educación". Es la versión laica de lo que lo hacía la iglesia en su momento. Si bien la intervención sobre los contenidos se dio en diferentes períodos históricos, durante los primeros gobiernos peronistas, el adoctrinamiento ideológico se hace más explícito, pero eso no quiere decir que en los gobiernos anteriores estas formas de adoctrinamiento ideológico no existieran. -Hoy hay coincidencias mundiales en demandar a la alfabetización como un derecho. ¿También se inscribe en esta demanda su investigación? -Nuestra investigación no se limita a un interés académico, creemos que nuestro trabajo de reconstrucción histórica puede ayudar a entender por qué la escuela pública sigue siendo el lugar que posibilita el derecho al acceso a la lectoescritura para los sectores históricamente marginados.
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