Año CXXXIV
 Nº 49.163
Rosario,
sábado  30 de
junio de 2001
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Los dólares comienzan a fluir hacia los Balcanes
La comunidad internacional ofreció 1.250 millones para ayudar en la reconstrucción económica yugoslava

THOMAS P. SPIEKER
Bruselas. - Gastos desmesurados en la administración pública, guerras contra las ex repúblicas yugoslavas secesionistas y finalmente los bombardeos de la Otán llevaron a Yugoslavia al borde de la ruina económica. El viceprimer ministro yugoslavo, Miroljub Labus, no hizo ningún esfuerzo por ocultar la gravedad de la situación en su presentación frente a la conferencia internacional de países y organismos donantes para el país balcánico, que sesionó ayer en Bruselas. "El 36 % de la población no tiene empleo, el 70 % vive en el límite de pobreza o por debajo del mismo, en tanto que unos 600.000 refugiados carecen de lo imprescindible", señaló Labus.
Los salarios y la capacidad de ahorro se han reducido notoriamente, vastos sectores ya no tienen reservas de ningún tipo, agregó el viceprimer ministro. "Todo nuevo golpe contra el nivel de vida sería aniquilador para esta gente", advirtió.
La infraestructura yugoslava se derrumbó bajo la mala administración y las bombas, la confianza de la población en las instituciones bancarias fue minada por maniobras fraudulentas y las deudas entre empresas amenazan la estabilidad económica, sobre la que pesa un endeudamiento externo de 12.200 millones de dólares, equivalentes al 140 % del PIB.
El dramático relato de Labus no sorprendió a los expertos reunidos en Bruselas. El Banco Mundial (BM) y la Unión Europea (UE) analizan desde hace meses junto al gobierno de Belgrado la situación en Yugoslavia. Las necesidades inmediatas ascienden a 1.250 millones de dólares, con un total de casi 4.000 millones a lo largo de los próximos tres o cuatro años.
Pero no se trata sólo de cálculos económicos, sino de cerrar también las cuentas políticas. Belgrado tuvo que mostrar su disposición para cumplir con sus compromisos internacionales. Es decir, para colaborar con las investigaciones del Tribunal Penal Internacional de La Haya en la persecución de los crímenes de guerra cometidos en la ex Yugoslavia. Es decir, para entregar al ex presidente Slobodan Milosevic.

Alivio de Occidente
La UE, por lejos la mayor fuente de fondos para la reconstrucción de los Balcanes, no había condicionado explícitamente su ayuda, a diferencia de Estados Unidos. Pero la noticia de la extradición de Milosevic justo antes del inicio de la conferencia de donantes fue recibida con gran alivio en Bruselas.
Tanto Estados Unidos como otros donantes un tanto reacios abrirían así con mayor facilidad sus arcas. El "efecto Milosevic" abriría las compuertas para la llegada de dólares a Belgrado. Estados Unidos se manifestó dispuesto a entregar 181,6 millones de dólares, según anunció Labus. La UE dará a su vez al país balcánico 530 millones de euros (unos 455 millones de dólares). El BM indicó que aportará 150 millones de dólares este año, con 540 millones de dólares adicionales en préstamos para Yugoslavia en los próximos tres años.
Los donantes internacionales reunidos en Bruselas prevén recaudar aproximadamente 1.250 millones de dólares en ayuda para la reconstrucción de Yugoslavia. Sobre todo la UE tiene un gran interés en la estabilización de las condiciones políticas y económicas en Yugoslavia. Los Balcanes siguen siendo para los europeos el polvorín del continente, justo en las puertas de la UE.
Los diplomáticos acreditados en Bruselas tienen la esperanza de que la recuperación económica de los habitantes de la región permitirá reducir el potencial de conflictividad entre las nacionalidades vecinas profundamente enemistadas.


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