Pese a los intentos de conocer la postura de la Iglesia frente a la denuncia, ninguna autoridad aceptó hacer declaraciones públicas sobre el tema. En tanto, Haydée Aguirre, una de las maestras despedidas por el cura por vivir en concubinato, indicó que sufría por lo que habían vivido los alumnos. "Siento mucho dolor por esos chicos -dijo- porque, si sufrieron lo que dicen los padres, van a quedar marcados para toda la vida, y también siento lástima por el padre Scaramellini, porque al parecer no ha predicado con el ejemplo", añadió la docente que ahora cumple tareas en otra escuela.
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