Los gobernadores justicialistas lanzaron una dura crítica al último paquete de medidas por considerarlo un intento para equilibrar las cuentas públicas de la Nación en detrimento de la reducción de los ingresos coparticipables que perciben las provincias. "Las nuevas medidas pretenden básicamente impulsar la demanda interna vía reducción de impuestos que afectan la masa de recursos coparticipable (ganancias, combustibles), compensándolo sobradamente con otros impuestos de apropiación exclusiva por parte de la Nación", aseveró un informe realizado por los mandatarios del PJ. En un duro documento, los mandatarios explicaron que "estas medidas, que mejoran el flujo financiero de la Nación, no contempla las deudas pendientes: la Nación no cumple con la transferencia de recursos comprometidos en los acuerdos federales". Las deudas que reclaman las provincias comprenden fondos afectados al sector eléctrico, de desarrollo provincial, asistencia social y Fonavi. Las provincias justicialistas advierten que en el paquete "no existe ninguna referencia a la necesidad de promover las economías del interior del país", y que "por el contrario, se las ataca deliberadamente anulando políticas regionales ya establecidas". A partir del nuevo esquema plantado y el ajuste en el impuesto al cheque, los gobernadores consideraron que "el promedio de lo recaudado coparticipable, se verá disminuido en la proporción de las compensaciones que se generen". También afirmaron que la creación de una tasa vial, que será del 0,05 peso por litro de gasoil, es una medida con "falta de claridad", por lo que "se sugiere rever la medida adoptada". Además, se quejaron porque las rebajas del peaje en rutas nacionales provocan asimetrías en los distritos con rutas provinciales concesionadas.
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