El ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, respondió duramente a las críticas del presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Eduardo Escasany, sobre la existencia de u clima de violencia social y una ola de denuncias políticas. "Los banqueros tendrían que mirar lo que han hecho en el país, antes de pedir que se apliquen con tanto rigor la ley a la pobre gente que padece severas necesidades", dijo el ministro. Escasany había manifestado durante el discurso inaugural de la convención de ABA que el país estaba inmerso en un clima de "violencia cotidiana" que además de la proliferación de piquetes y cortes de ruta incluía una "ola de denuncias" que involucran a jueces, legisladores, funcionarios y empresarios. Pidió entonces que el gobierno asegure "la vigencia de la ley" para que no "se entronice la anarquía". Aunque ayer salió a negar que su pedido estuviera relacionado con la denuncia presentada en la Justicia para que se investigue la operación de canje de deuda por 30 mil millones de dólares, Escasany no se bajó de su preocupación por los "problemas políticos". En ese sentido, sostuvo que "la Argentina vive un momento de sospechas que afecta a la actividad económica", y precisó que "cuando el ministro de anuncia el nuevo plan económico, el mismo día aparece una denuncia en su contra por asociación ilícita con el presidente por la realización del canje de deuda pública". Anoche, al compartir estrado con De la Rúa, Escasany insistió, aunque en un tono menos enfático: "En las actuales circunstancias de la vida del país, una convivencia civilizada se alcanza con el imperio de la ley", dijo. Si bien la presión de Escasany sobre piqueteros y denunciantes mereció la réplica de Cafiero y otros referentes del oficialismo y la oposición, el vocero del presidente de la Rúa, Juan Pablo Baylac, fue conciliador: "En parte comparto la necesidad de que el país se encause en una participación de diálogo y discusión sobre los problemas más acuciantes y prioritarios de manera más pacífica", dijo.
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