Molesto, Carlos Menem aguardó más de media hora a metros del despacho del juez federal Jorge Urso la llegada de sus abogados. La espera del ex presidente fue matizada con café y la presencia de su esposa, la conductora chilena Cecilia Bolocco. Pero los ánimos no eran los mejores. Es que Menem no tuvo posibilidades de elegir si cumplía con la puntualidad. De impecable traje gris, camisa azul oscuro y corbata al tono, el ex jefe del Estado fue llevado a los Tribunales federales a las 9.40 a bordo de un helicóptero, que lo trasladó desde la quinta de Don Torcuato. Pero los abogados Oscar Roger y Mariano Cavagna Martínez no estaban allí. Y tampoco llegaron a las 10, hora en que estaba fijada la audiencia. Durante 40 minutos, Menem esperó junto a su esposa en la secretaría a cargo de Juan Martín Hermida. Ansioso e impaciente, ordenó reiteradamente a sus custodios que se comunicaran telefónicamente con los letrados. "Parecía una pantera", relató un testigo ocasional. Los encargados de la defensa llegaron recién a las 10.40 al despacho de Urso.
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