La Copa América de fútbol fue estremecida ayer por el secuestro de uno de los organizadores del torneo y amenazas contra la selección argentina que debe disputar ese torneo en julio. Hernán Mejía Campuzano, uno de los principales promotores de la copa y vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, fue secuestrado en los límites de los departamentos de Chocó y Risaralda, confirmaron fuentes policiales. El presidente del equipo de fútbol Deportivo Pereira, Oscar Castaño, dio inmediatamente la voz de alarma al comentar que el secuestro constituye "seguramente otra piedra en el camino" a la concertación de ese importante certamen futbolístico continental. El secuestro de Mejía Campuzano se sumó a las amenazas contra la selección de Argentina que confirmó Carlos Carrasco, embajador de ese país en Colombia (ver aparte). La oficina de prensa de la Unidad Antisecuestro de la policía de Pereira precisó ayer que la captura se produjo el lunes en la noche durante un retén ilegal efectuado por unos 60 presuntos miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). El secuestro ocurrió en el municipio de San Vicente del Palmar, departamento del Chocó, a 140 kilómetros al oeste de Bogotá. Mejía Campuzano, quien además es uno de los directores de la Confederación Sudamericana de Fútbol, había salido de su finca ubicada en la localidad de San José del Palmar rumbo a Pereira. Mejía Campuzano, de 66 años, viajaba en un automóvil con su novia y su chofer, según preciso su amigo Oscar Castaño. El conductor fue liberado y no se informó de la suerte de la mujer. "El secuestro de Hernán me lo confirmaron las autoridades el martes temprano", dijo Castaño, presidente del equipo de fútbol Deportivo Pereira. "El secuestro, fuera del severo impacto a su familia y amigos, seguramente es otra piedra en el camino contra la Copa América... Realmente veo que la realización de la copa entra en una etapa de entredicho. El secuestro de Hernán es una verdadera tragedia", concluyó. La organización de la copa estuvo en serio riesgo a raíz de una serie de explosiones en Cali, Medellín y Bogotá con saldo de 12 muertos y más de 200 heridos. El presidente Andrés Pastrana viajo a Asunción y reiteró ante dirigentes del balompié continental que las 12 selecciones y las personas involucradas en el torneo gozarán de plena seguridad. El Comité Organizador Local (COL) de la copa aún no se ha pronunciado sobre posibles efectos del secuestro del dirigente y de estas amenazas contra el torneo programado del 11 al 29 de julio. Mejía Campuzano residía en la cuidad de Pereira, capital del departamento del Risaralda, con su hija Milena y su nieta Natalia. El coronel José Camilo Forero, comandante del Batallón Alfonso Manosalva de la IV Brigada, confirmó: "El secuestro se produjo cerca de la localidad de San José del Palmar, en un sitio llamado La Italia. Según las informaciones que tenemos, el conductor de Mejía Campuzano fue liberado pero no el dirigente deportivo". "Tropas del Batallón Vencedor adelantan actividades para tratar de dar con el paradero del señor Mejía Campuzano", dijo a los periodistas el coronel Forero. El coronel Forero indicó que Mejía Campuzano fue el único secuestrado en el retén ilegal. La alcaldesa de Pereira, Martha Elena Bedoya, destacó que Mejía Campuzano "era tan confiado que viajaba por tierra en su auto en un lugar considerado zona roja en Colombia... es una zona de guerrilla". Mejía Campuzano comandó la gestión para que su ciudad, Pereira, fuera escogida como una de las siete sedes de la Copa América prevista del 11 al 29 de julio. Colombia soporta desde hace tiempo una ola de secuestros, muchos de ellos obra de la guerrilla. En el año 2000 hubo 3.700 secuestrados, más de la mitad de ellos fueron atribuidos a las guerrillas.
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