El presidente Fernando de la Rúa dio ayer su público respaldo al ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, cuestionado desde el gabinete nacional por haber viajado a Salta para dialogar con los piqueteros, al tiempo que advirtió que "no ha habido ninguna situación de conflicto o tensión interna en el gobierno", y aseguró: "No nos van a dividir". "Nadie nos ha podido llevar a una pelea con los ministros ni entre los ministros", aclaró el presidente, quien salió al cruce del supuesto malestar en el Ejecutivo a raíz de las declaraciones de Cafiero que justificó su encuentro con los piqueteros porque en la Casa de Gobierno "reciben a corruptos". Durante una conferencia de prensa que ofreció en San Juan, acompañado por el titular de Desarrollo Social, De la Rúa intentó cerrar la polémica desatada a partir de la manifestación de la titular de Trabajo, Patricia Bullrich, quien acusó a su colega de haber realizado esa gestión para intentar crecer políticamente "a costa del gobierno". El presidente no sólo avaló la actitud de Cafiero que viajó -dijo- "luego de una comunicación del obispo de Orán y habiéndose desocupado la ruta y no subsistiendo la situación de violencia", sino que minimizó las declaraciones de Bullrich. "Es la expresión que ella tuvo, pero si se la lee despojada de los comentarios que la rodean, se verá que no dice nada extraordinario ni grave ni conflictivo. Quizás ella considera un riesgo haber ido (a Salta) y que podría tener más un sentido político", justificó. En este marco aclaró: "En nuestro gobierno no andamos cuidándonos tanto, hay mucha espontaneidad y eso creo que es lo que contribuye a una mayor creatividad". A su regreso de San Juan De la Rúa siguió con el tema y descartó que la visita de Cafiero a Salta haya significado una desautorización de su figura. "¡Cómo va a desautorizar al presidente de la Nación! Es un absoluto disparate", remarcó, visiblemente molesto. "Para que le quede claro a la gente: no nos van a dividir en el gobierno", enfatizó entonces el presidente. Con la clara intención de dar por cerrada la polémica y desestimar las versiones sobre supuestos problemas internas en su equipo, De la Rúa enfatizó que "no ha habido ninguna situación de conflicto o tensión interna en el gobierno". Por su parte, Cafiero, aunque ratificó sus dichos de anteayer, calificó como "anécdota" la situación generada con la titular de la cartera laboral. El titular de Desarrollo Social recibió por su actitud el respaldo de dos de sus compañeros en el Frepaso: el líder del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro, y su antecesora en el ministerio, Graciela Fernández Meijide. En la misma sintonía, el jefe de Gobierno porteño, el también frepasista Aníbal Ibarra, se diferenció de Bullrich y consideró que en lugar de analizar previamente las causas por las que Cafiero realizó su viaje se deben tener en cuenta los resultados. "Frente a una situación de conflicto, todo aquello que sirva para disminuir el conflicto, para aquietar las aguas, para encontrar soluciones, debe ser bienvenido", dijo. La controversia quedó desatada luego de que Cafiero decidiera viajar a Salta, sin previa consulta con De la Rúa, para dialogar con los piqueteros. Luego motivó una polémica al justificar su viaje afirmando que en la Casa de Gobierno "reciben a corruptos", a "los más grandes evasores", y "a traficantes de armas". Ayer, poco antes de viajar a San Juan junto a De la Rúa, Cafiero ratificó estas palabras y explicó que la recepción de corruptos en la Casa de Gobierno "es algo histórico de la Argentina: los que se manejan en los círculos del poder, que pueden entrar y salir, que consiguen ventajas permanentes y no tienen ningún tipo de escrúpulos". No obstante, aclaró que no lo manifestó "como una imputación personal a ningún colega, y mucho menos al presidente de la Nación, que sé que no tiene nada que ver con esta apreciación que yo hice. Lo pongo al margen", dijo. "No me arrepiento de las cosas que dije. Las dije porque las sentí de esa manera", remarcó, mientras el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, salió insólitamente a negar que Cafiero hubiera efectuado esas declaraciones.
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