jorge Kaplan
"Esta administración está atrapada en la estupidez", dispara el economista Marcelo Lascano respecto a la gestión de Fernando de la Rúa. Esa idea se refleja en el error de haber designado a José Luis Machinea en Economía y en haber perdido un año y medio de gestión. "Acá era preciso un cambio que no se dio", indicó el especialista quien ve en el actual ministro, Domingo Cavallo, intenciones positivas en materia cambiara y competitividad, pero critica la falta de organicidad en las decisiones del padre de la convertibilidad. "Hacer anuncios todos los días que pueden resultar contradictorios les hace mal a los tomadores de decisiones económicas", explicó.
Pero el planteamiento de Lascano va más allá y disparó contra el establishment económico, al que calificó de "iletrado y tilingo", y la clase dirigente que "no le sirve al país".
Marcelo Lascano es un economista de fuste con un perfil filosóficamente liberal, pragmáticamente desarrollista y con un posicionamiento ético que pone a la solución de la problemática social como un eje clave para decidir los objetivos estratégicos del país. El resumen es, palabras más palabras menos: es preciso crecer y sólo se puede hacer a través de las exportaciones. Crecer es la solución real del problema fiscal de la Argentina, y el ingreso de divisas por exportación es la única forma de obtener los recursos para pagar la deuda. El método: políticas procompetitivas, políticas cambiarias (léase de devaluación de alguna clase), y políticas en relaciones exteriores que respondan a un planeamiento estratégico eficiente, coordinado y altamente profesional. Lascano planteó estás ideas en una conferencia realizada en el Banco Bisel, y organizada por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef).
-¿Cómo ve las últimas medidas que tomó Cavallo?
-Apuntan a modificar la situación, son parciales, a algunas les falta coordinación y son insuficientes. La Argentina está demandando redefiniciones mucho más ambiciosas, incluso aún dentro de este enfoque, que para el ministro debe ser bastante difícil salirse. Pero esto es insuficiente. Existe el serio riesgo de que el desempleo avance, de que no tengamos la posibilidad de exportar como la Argentina requiere para pagar sus compromisos con recursos propios y no endeudarse más, y en definitiva de no resolver el problema fiscal. Creo que hay una pausa ahora con el canje (de deuda), que es un tema que hubo alternativas para hacer, pero bueno...creo que apuntan a ir modificando las cosas, pero los tiempos son apremiantes. Aquí falta algo más.
-¿Cuál cree que es el principal problema que enfrenta Cavallo?
-Cavallo es un hombre que está tocando mucho los instrumentos, y en política económica uno tiene que ajustar las variables, instrumentar los cambios en la medida de lo posible con herramientas posibles. Debe darle una organicidad, como si fuera un modelo, y dejar las cosas ahí. Lo que no se puede es todos los días hacer anuncios porque pueden ser contradictorios y esto le hace mal a los tomadores de decisiones económicas. El problema pasa porque hay un activismo en Cavallo, que más allá de que pueda estar animado por buenos propósitos, puede ser llegar a ser contraproducente.
-¿Las políticas procompetitivas se enmarcan en esta idea de tocar en todos lados un poco?
-Cavallo tiene la visión, que yo creo que es correcta, de resolver el tema de competitividad porque es un tema que él abandonó en su primera gestión. Y ahora descubre que tenemos serios problemas de dólares, y ya los dólares no vienen o vienen muy caros, y es posible que no lleguen ni caros. Y tenemos exigencias crecientes. Las importaciones que nos deben nutrir de los productos que ya la industria no puede producir porque no existe, y para pagar la deuda, y todo lo que hace a los requerimientos de una economía como la argentina, precisa de dólares. Además, el día que la Argentina se ponga de pie va a significar requerimientos de divisas mucho mayores.
-¿Y el atraso cambiario?
-Cavallo está atado a la convertibilidad con tasa de cambio fijo, para lo cual esos empalmes que ha hecho son una media solución. Demuestran una libertad de espíritu para ir cambiando, pero creo que tiene que hacer muchas más cosas y lograr un consenso político que no se lo ve en la gestión de la administración actual.
-¿Cómo encaja la hiperquinesis de Cavallo en la pasividad de De la Rúa?
-El ministro es un hombre muy impulsivo, algunos entienden los impulsos de Cavallo como creatividad, y habrá que ver en cada caso, pero la realidad es que responde un poco a un estilo dirigencial argentino que es el que yo creo que no resuelve los problemas. Porque lo demostró en la década pasada, cuando él fue un hombre gravitante, con todos los méritos que tiene el haberse encumbrado. Pero los resultados no fueron positivos, si no él no estaría luchando ahora contra las consecuencias de lo que hizo.
-¿Qué margen de maniobra tiene Cavallo?
-La economía tiene que crecer y el ministro ya perdió el primer trimestre. Cavallo no tiene mucho tiempo.
-¿Por qué considera que un día el establishment económico lo apoya y al otro día los mercados le dan la espalda?
-El establishment argentino es iletrado y tilingo. Iletrado porque demuestra ignorancia por las cosas que dice y las que apoya. Y tilingo porque a muchos les gusta parecerse a la farándula y tener los méritos de las vedettes, los actores o los deportistas. Entonces no hay un ejercicio de pensamiento, luego apoyan las cosas que aparentemente pueden ser buenas pero que con cierto rigor intelectual no se pueden aceptar.
-¿Por eso cambian tan rápidamente opinión?
-No entienden. Tenemos un establishment contradictorio que no entiende. Hace poco he visto que algún nucleamiento empresario que antes estaba muy a favor de todo, ahora está hablando de políticas activas, que es incompatible con lo que decían hace un par de años. Es un establishment que no le sirve a la Argentina. Así como decimos que los políticos, por lo menos los que se conocen y tienen mayor exposición pública, nos parece que no tienen el discurso adecuado, el establishment tampoco lo tiene. Entonces habrá que buscar un nuevo establishment, más en línea con los requerimientos del país, para que se salven ellos y nosotros.
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La Ciudad
