Javier Felcaro
Al presidente de la Amia, Hugo Ostrower, le cuesta ocultar su pesar. Más allá del inminente juicio oral a 16 personas (entre civiles y policías) por la conexión local del atentado terrorista perpetrado el 18 de julio de 1994, el titular de la mutual judía está convencido de que "no hubo una respuesta acorde a la magnitud del hecho, porque no son los cerebros de la banda ni quienes apretaron el gatillo" los que se sentarán en el banquillo de los acusados. Durante una entrevista con La Capital, Ostrower no dudó en destacar la inacción de los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa ante los insistentes reclamos de esclarecimiento del ataque en el que murieron 85 personas. Y fue categórico: "Llegamos por inercia al juicio, y estamos como cuando vinimos de España...". -Lo cierto es que se arriba al juicio sin saber quiénes son los autores materiales e intelectuales del ataque. -Ese es el aspecto principal. Ni usted ni yo sabemos quiénes son. No son los cerebros de la banda ni quienes apretaron el gatillo. No hubo una respuesta acorde a la magnitud del hecho. Acá pusimos doce o quince personas a investigar. -Según el fiscal Eamon Mullen, hubo delitos para entorpecer la investigación por parte de organismos del Estado. -Es obvio de toda obviedad. Los fiscales trabajaron muy bien. El juez (Juan José) Galeano, con sus vacilaciones, también trabajó muy bien. Pero existieron muchas irregularidades, como el robo de los casetes, imposibles de aceptar que hayan pasado. Además, debilitaron la causa en su posibilidad de progresar. Estas cuestiones afectaron notablemente el desarrollo de la investigación y nos metieron en un atolladero. No hay más que lo que hay. Esperamos que los culpables sean castigados con la pena máxima. -Usted le pidió al presidente De la Rúa que la causa fuera considerada una cuestión de Estado. -Es una cuestión de Estado. Aunque, en la práctica, no llegó a convertirse en eso. Otra cosa: ¿cómo puede ser que un país como la Argentina no tome recaudos para controlar la Triple Frontera? Por allí se cuela todo: el contrabando, la droga... Yo no lo vi, pero lo cuentan los diarios. -¿La inacción siguió con el gobierno aliancista? -Si bien De la Rúa mostró interés, seguimos sin resultados sobre lo concreto, lo que hace falta. En realidad, no los tuvimos ni antes ni ahora. Llegamos por inercia al juicio, y estamos como cuando vinimos de España... -Desde el oficialismo se admitió la existencia de ciertas trabas dentro de las fuerzas de seguridad que impiden avanzar en el esclarecimiento. -Algo de eso hay, aunque no lo puedo afirmar. -Usted alertó sobre el peligro de un tercer atentado. ¿Seguimos siendo un país vulnerable? -Cómo no voy a pensar en un tercer atentado si los chicos judíos, cuando llegan a las escuelas de la comunidad, tienen que caminar entre vallas de acero. En la puerta los espera la policía y las maestras los meten adentro a los empujones. Las medidas de seguridad están muy bien y las agradezco, pero: ¿qué debe pasar por la mente de esos chicos? Esto va a terminar el día que se sepa la verdad. Entonces no habrá más barreras.
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