Año CXXXIV
 Nº 49.157
Rosario,
domingo  24 de
junio de 2001
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Historia repetida
Los All Blacks apabullaron a Los Pumas

Historia conocida. Resultado lógico, aunque quizás abultado para las aspiraciones de Los Pumas. El seleccionado argentino de rugby perdió en la madrugada de ayer ante los All Blacks de Nueva Zelanda por 67 a 19 en un test match jugado en el Jade Stadium de la ciudad neocelandesa de Christchurch.
Los 19 tantos de Argentina se concretaron con dos tries (Leandro Arbizu y Gonzalo Camardón) y tres penales marcados por Felipe Contepomi, quien en el complemento fue reemplazado por el goleador del último Mundial Gonzalo Quesada. El tucumano Núñez Piossek sustituyó a su turno a Pablo Albanese, pero ninguna de las dos variantes varió sustancialmente el opaco rendimiento de Los Pumas.
El equipo de Marcelo Loffreda y Daniel Baetti arrancó arriba en el marcador con un penal de Contepomi pero después se vio sometido por una verdadera clase de rugby del equipo local que paseó la excelencia de su juego por la cancha de Christchurch y superó en todos los sectores del terreno de juego a los albicelestes.
Anulado Agustín Pichot por la marca neocelandesa fue muy poco lo que pudo hacer el equipo argentino para equilibrar el desarrollo que en ningún momento le fue favorable.
El momento culminante para Los Pumas fue una gran corrida del rosarino José Orengo tras robar la ovalada en su propio campo y el try que convirtió el capitán Lisandro Arbizu en el epílogo de la primera mitad. Esa fue la mayor expresión rugbística de los argentinos que arrancaron aplausos desde las colmadas tribunas del Jade Stadium.
En oposición a la tarea de Pichot, el medio scrum local Justine Marshall fue la figura del partido con su inteligencia para distribuir el juego y en varias ocasiones para perforar la defensa argentina.
"Los argentinos obviamente entendieron en el entretiempo que la única manera de ganar era perforar nuestra defensa con los forwards, pero nosotros pudimos controlarlos", reseñó el capitán neocelandés Anton Oliver con una gran capacidad de síntesis para expresar lo que había sucedido en el juego.
Para los locales el choque fue más duro de lo esperado ya que debió realizar tres variantes obligadas por lesiones -algunas de ellas podrían ser severas-, pero en ningún momento resintió la calidad de su juego.
Por su parte, el pilar Roberto Grau debió dejar el campo durante 10 minutos al recibir una tarjeta amarilla producto de un descalificador golpe contra el segunda línea Try Flavell quien debió dejar el terreno definitivamente.
Los Pumas habían jugado dos cotejos previos a este test, venciendo a los combinados provinciales de Counties Manukau, por 70 a 26, y Thames Valley, por 26-12 y en la madrugada del martes se las verán con el conjunto de Nueva Zelanda maorí.
Esta caída no fue la peor en cuanto a las cifras en una visita a Nueva Zelanda, puesto que en 1997 Los Pumas fueron derrotados por 93 a 8 y 62 a 10.



Fernández Lobbe quedó colgado del cuello de Hoeft.
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