Año CXXXIV
 Nº 49.157
Rosario,
domingo  24 de
junio de 2001
Min 6º
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El golpe de gracia
Hadad y la ideología que viene del vértigo

Silvio Mario Valli

Daniel Hadad, hijo putativo del inefable Bernardo "Bernie" Neustadt, conduce "Después de hora" por América, el vertiginoso programa compuesto por el resumen de noticias del día, leídas en off con voz encendida y dividido en dos compendios y cuatro secciones de breves (noticias).
El vértigo que Hadad insufla al programa no es casual. Generalmente los que buscan evitar la reflexión, obligando al televidente a adoptar la nada cómoda posición de tomar partido de inmediato sobre "su" discurso, "su" opinión y las capciosas imágenes...son frenéticos en el hablar y el mostrar.
Daniel Hadad, de plástica corporal sinuosa, voz meliflua, con manos como garras y prognosis "ad hoc", preside el centro de una mesa oval (que, tomas de cámara insólitas mediante, por momentos parece aterrizar en el estudio) y es secundado por Noel "Lito" Pintos, ex Jorge Rial ("Paf"), el grasa del cónclave; Antonio Laje, de extraña voz y comportamiento, en temas económicos; Eduardo Feimann, el hombre de dos brazos derechos (no quiere saber nada con lo que huela a izquierdo), que dispara alarmistas trascendidos políticos, y María Isabel Sánchez, informes meteorológicos, correo y acompañamiento-claque, festejando chistes y lectura de e-mails.
"Después de hora", título mejicaneado a una excelente película de Martin Scorsese, es un dificultoso y hasta indigerible recibimiento del nuevo día, que junto con una machacona y estridente música de fondo, más las intervenciones "humorísticas" de Rolo Villar, destila un mensaje fascitoide y amarillista, todo mechado con gruesas risotadas y chascarrillos aun durante los temas más dramáticos de nuestra llameante realidad cotidiana.
"Don Valli, -me atajó mi Outsider Personal-. Todo bien, pero guay con meterse a opinar de la divina María Isabel Sánchez. ¿No cree que la atractiva rubia merece mejor suerte?". Tal vez Out. Pero "dime con quién andas... y te diré quién eres", eso sí, prejuicios al margen.


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