-¿Cuál fue tu rol en "Siglo XX. Gala Musical"? -Tuve la oportunidad de hacer muchas cosas: canté una parte de "La novicia rebelde" y de "El fantasma de la Opera", además de bailar, diseñar y coordinar el vestuario. También hice la asistencia de dirección de la orquesta que dirige Fernando Ciraolo, del coro, y de la directora artística, Nora González Pozzi. -¿Cómo llegaste a eso? -Empecé a vincularme con el arte desde muy chico y con el tiempo comprendí que ser artista era mi pasión. Así me acerqué al teatro, la danza, el canto, hasta que encontré la comedia musical que reunía esas tres cosas. Así llegué al Estudio de Comedias Musicales del teatro El Círculo. -¿Es un privilegio poder dedicarse tiempo completo a esa actividad? -Seguramente, pero no hubiera podido hacerlo sin el apoyo de mi familia y de las personas que estuvieron conmigo. Siempre me estimularon para seguir adelante y aprobaban lo que decidía hacer. Así pude darme cuenta que ser artista es una pasión. Creo que ese fue otro gran privilegio. -Y ahora te la creíste... -¡No...!. No me la creo en la vida real... pero sí sobre el escenario, porque si no confiás en tu capacidad no podés transmitir y el público no recibe nada. -¿Hay divismos sobre el escenario? -No lo experimento personalmente. Sí soy muy exigente con mi trabajo y estoy convencido que hay que aspirar a llevar las cosas a un nivel óptimo, pero sin perjudicar a nadie. La competitividad se da en todos los ámbitos laborales por igual, en una oficina o en el teatro, y no tengo ningún problema con eso, siempre que sea una competencia saludable. -¿Se puede hacer todo bien? -Es el riesgo que uno corre. Es muy estimulante sentirse el hombre orquesta y hacer varias cosas que te gustan, pero siempre existe el riesgo de que algo te salga mal. Hasta ahora puedo, con mucho esfuerzo y dedicación. -¿Cuál es el desafío para alguien que elige una carrera artística? -En la escuela tengo muchos roles y siempre les digo a los alumnos que si el amor por el arte es genuino, todo se puede. Claro que el apoyo que reciban será el mejor complemento. Los adultos deberían permitir el desarrollo del potencial creativo de los chicos y no subestimar ese tipo de vocación. -Idealmente es correcto, pero ¿cómo atenta la realidad contra eso? -Lo que uno pretende es poder vivir de esto, pero la verdad es que en este momento se hace muy difícil. Lo experimento por contraste: este espectáculo tiene una producción con casi 200 artistas, entre cantantes, actores y bailarines. Tengo un montón de trabajo y siento que por momentos estoy en un contexto diferente, que el mundo pasara por otro lado. Pero a pesar de todo, estoy convencido que el artista tiene que trabajar en lo suyo y lo mejor que puede pasarle es enfocar su energía en ese sentido. -¿Tenés un límite para tus aspiraciones? -No debería haber un techo para nadie. Personalmente pienso seguir estudiando y trabajando en esto siempre.
| "Quiero llevar las cosas a su nivel óptimo", expresó. | | Ampliar Foto | | |
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