Año CXXXIV
 Nº 49.157
Rosario,
domingo  24 de
junio de 2001
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Juan Pablo II inició su peregrinación en Ucrania pidiendo perdón a los ortodoxos
El Pontífice dijo que el país eslavo tiene una clara vocación europea acentuada por sus raíces cristianas

El Papa Juan Pablo II comenzó ayer una visita a Ucrania pidiendo perdón a la Iglesia ortodoxa del país y alabando la "europeidad" de esa nación, que busca su plena integración en la Europa desarrollada de los Quince.
En vista de las protestas contra su visita, a su llegada, el Sumo Pontífice, que fue recibido en el aeropuerto de Kiev por el presidente, Leonid Kutschma, pidió perdón a la Iglesia ortodoxa, al igual que ya lo había hecho durante su anterior viaje a Grecia. Una joven ataviada con ropa tradicional saludó al Pontífice y le ofreció pan y sal, como símbolo de bienvenida y amistad.
El avión de Alitalia que trajo al Papa tocó tierra a las 16.20 hora de la Argentina, diez minutos antes de lo previsto inicialmente. A su llegada, el Papa, de 81 años, besó una urna con tierra ucraniana.
"Pedimos perdón por todos los errores que hayamos podido cometer en el lejano o en el cercano pasado", dijo en el claro y perfecto ucraniano. Poco antes de su llegada, el metropolita (arzobispo) Vladimir, la máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, fiel a los ortodoxos moscovitas, dijo a la televisión rusa RTR que no se reuniría con el Papa.
Círculos próximos al Vaticano aseguraron que el Sumo Pontífice estaba muy disgustado por la cancelación.
Juan Pablo II recordó las numerosas catástrofes que Ucrania ha sufrido a lo largo del siglo XX, desde hambrunas en los años 30 hasta el terror bajo el régimen de Stalin, pasando por la Segunda Guerra Mundial y la explosión de uno de los reactores de la central nuclear de Chernobyl.

"Intensa lección de la historia"
"El pueblo corrió el peligro de perder su identidad nacional, cultural y religiosa. Los felicito por haber recuperado la independencia". Luego, el Papa instó a los políticos a poner atención a los acontecimientos del siglo XX cuando regímenes totalitarios negaron a Dios y "destruyeron generaciones". "Hombres y mujeres políticos. No olviden esta intensa lección de historia. Vuestra tarea es servir al pueblo y asegurar la paz y la igualdad de derechos para todos", declaró el Pontífice.
El Papa también honró a las víctimas del desastre nuclear de Chernobyl y dijo que sería una advertencia permanente para todos los científicos, instando a la comunidad científica a comprometerse con los valores éticos.
Tras la ceremonia en el aeropuerto, el Papa emprendió viaje al centro de la ciudad en una caravana de unos 20 coches y 9 motos de policía, en dirección a la Iglesia griega ortodoxa, en el cementerio de Askold. En esa iglesia, el Sumo Pontífice besó un icono traído especialmente allí por fieles de la población de Zarvantsy. Dicen los lugareños que esa imagen de la Virgen María comenzó a "llorar" hace unos meses, en relación con la visita del Papa.
El Papa reafirmó además la europeidad de Ucrania, durante las primeras horas de su visita oficial. "Ucrania tiene una clara vocación europea", declaró el Sumo Pontífice en Kiev.
Por su parte, Leonid Kutschma aseguró que la visita del Papa significa para Ucrania un paso más en su acercamiento a la Unión Europea. El gobierno ucraniano tomó importantes medidas de seguridad, con un despliegue de cerca de 30 mil agentes, para garantizar la seguridad del Papa, en su nonagésimo cuarto viaje al extranjero.
En el terreno religioso, Ucrania es un país dividido como ningún otro. Tres Iglesias ortodoxas y dos católicas se reparten junto con otras comunidades religiosas los cerca de 50 millones de almas del país.
El actual territorio de Ucrania se convirtió en la cuna de la Iglesia Ortodoxa rusa, cuyo centro se trasladó con el tiempo de Kiev a Moscú. Aún hoy, la Iglesia Ortodoxa, dependiente del Patriarcado de Moscú, sigue siendo la principal confesión religiosa en Ucrania, con unas 9.050 parroquias.
Para los líderes ortodoxos moscovitas, encabezados por el Patriarca Alexei II, la provincia eclesiástica ucraniana es muy importante, ya que de ahí procede la mayoría de sus nuevos sacerdotes.
Cuando la Unión Soviética invadió el oeste de Ucrania, la Iglesia Greco Católica fue prohibida y sus templos fueron a parar a manos de la Iglesia Ortodoxa rusa. Tras la independencia del país en 1991, los greco-católicos reclamaron sus edificios de vuelta.



El presidente Kutschma recibió ayer al Santo Padre.
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