Otra derrota japonesa. Otro transpié que deja a los nipones al borde de la eliminación, lo que demuestra que la chapa de candidato que se le había otorgado al último subcampeón de la categoría no era para tanto o que le está pesando demasiado. El conjunto dirigido por Akihiro Nishimura fue claramente superado anteayer por Angola y es por eso que cada vez son menos las chances que tiene de avanzar a los octavos de final. Para lograrlo deberá sí o sí ganarle mañana a República Checa y esperar otros resultados. En diálogo con la prensa, Nishimura destacó que su equipo salió "a jugar con muchas ganas, pero el partido se nos fue complicando. El primer gol de ellos llegó rápido y eso nos perjudicó. En el segundo tiempo cambiamos de actitud y pudimos empatar, además creamos algunas situaciones claras, pero la diferencia estuvo en que Angola las supo aprovechar". "Esto es un Mundial y en cada partido se juega más que por los tres puntos. Obviamente que en el próximo partido contra República Checa vamos a salir a ganar", sentenció el entrenador nipón. Luego del primer encuentro Nishimura había dicho que su equipo no había rendido de acuerdo a las expectativas. En esta oportunidad dijo que "Japón dejó todo en la cancha, pero está claro que no nos alcanzó. Lamentablemente nos volvimos a quedar con las manos vacías". Dentro de veinticuatro horas quedará definido si Japón sigue en el Mundial o si deberá armar sus valijas y emprender el regreso. La última chance se llama República Checa. "Todavía no tengo grandes informaciones acerca de República Checa, pero de lo que estamos seguros es que tenemos que lograr los tres puntos si queremos seguir en camino. Nos vamos a preparar de la mejor manera para el domingo porque sólo nos sirve el triunfo", finalizó Nishimura.
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