Dos jóvenes británicos que golpearon a un bebé hasta matarlo cuando tenían 10 años van a salir en libertad tras cumplir menos de nueve años de cárcel, indicó ayer el gobierno del Reino Unido. Robert Thompson y Jon Venables, ahora ambos de 18 años, fueron enviados a divisiones de seguridad en 1993 por un período indefinido tras ser hallados culpables de raptar al niño de dos años James Bulger y torturarlo, golpeándolo hasta la muerte para luego dejar su cuerpo en unas vías de tren.
"La junta de fianzas me ha informado ayer (por anteayer) su decisión, sujeta a ciertas condiciones, para dirigir la puesta en libertad de Robert Thompson y Jon Venables", dijo el ministro británico del Interior, David Blunkett.
Severas condiciones
Según las condiciones para la liberación de los dos asesinos, cualquiera de los dos podría ser arrestado por la policía en cualquier momento durante el resto de sus vidas si había "cualquier prueba de que supusieran un riesgo público", agregó \Los dos adolescentes y sus familias recibirán nuevas identidades y empezarán una nueva vida tras su puesta en libertad para reducir los riesgos de ataques de venganza.
"El asesinato del niño James Bulger fue un acontecimiento terrible para su familia y para toda la nación", declaró Blunkett. "No se servirá a ningún interés público si se persigue a los acusados ahora que la junta de fianzas ha decidido que ya no es necesario para la protección del público que sigan confinados".
El asesinato conmovió a Gran Bretaña cuando se divulgaron imágenes de un circuito cerrado de televisión mostrando cuando la pequeña víctima era llevado de la mano por los dos chicos en el centro comercial.
El Alto Tribunal británico dijo en octubre que las sentencias de los dos jóvenes deberían ser de un mínimo de ocho años.
El juez del Alto Tribunal Lord Woolf declaró en el veredicto de octubre que los asesinos habían realizado "un sorprendente progreso en la unidad de seguridad en la que han estado detenidos" y ambos se encontraban arrepentidos de haber cometido el crimen.
"No creo que hayan cambiado"
La madre de Bulger, Denise Fergus, ha luchado sin descanso para prevenir la puesta en libertad de los asesinos. "No creo que hayan cambiado dentro de ellos mismos", declaró en una entrevista reciente. "Ambos deberían ser enviados a una institución de jóvenes criminales donde su auténtica naturaleza aparezca antes de que se corra ningún riesgo por dejarlos en libertad".
Dijo que se siente "devastada" por la decisión de la Justicia. De ella se desprende el mensaje de que vale la pena cometer crímenes, añadió, ya que los asesinos vivirán en el futuro con sus familias a costa del contribuyente en condiciones en las que no hubieran vivido nunca.
Según las encuestas, la decisión de liberarlos es rechazada por la mayoría de los británicos.
Los condenados no podrán contactar nunca con la familia Bulger ni acercarse al área de Liverpool sin un permiso específico. Si no respetan estas condiciones, serán detenidos de inmediato. Los medios de comunicación, en tanto, tienen prohibido publicar cualquier dato sobre el nuevo lugar de residencia de Venables y Thompson.
Venables y Thompson fueron condenados en un principio a diez años de cárcel, pena que fue elevada a quince por el entonces secretario del Interior Michael Howard.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró en 1999 que el proceso no había sido justo para los dos acusados. Los adolescentes no deberían haber sido juzgados por un tribunal para adultos, se dijo. Además, no se corresponde con los principios del Estado de derecho que un ministro aumente una pena.
La Ciudad
