Año CXXXIV
 Nº 49.156
Rosario,
sábado  23 de
junio de 2001
Min 3º
Máx 15º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La madre asesina confesó cómo ahogó a sus cinco hijos
Los llevó, uno por uno, al baño de su casa de Houston. Al mayor lo arrastró hasta la bañera

Una mujer acusada de ahogar a sus cinco hijos, uno por uno, en la bañera de su casa de Houston, narró a la policía que el mayor trató de escapar pero lo persiguió por toda la casa hasta alcanzarlo y matarlo. Andrea Yates, que trabajó como enfermera, dijo a la policía que Luke -de dos años- fue el primer niño asesinado, seguido de Paul -de tres- y John -de cinco-. Luego que cada niño murió, Yates llevó los cadáver hacia una alcoba, lo colocó en la cama y los cubrió con una sábana.
La mujer relató que Noah, de siete años, entró en el cuarto de baño y la vio cuando cargaba a Mary, de seis años. "¿Qué pasa con Mary?", habría preguntado Noah a su madre, según el testimonio. Yates dijo que persiguió a Noah por la casa, lo arrastró hacia el baño y lo ahogó junto a Mary, de acuerdo con la declaración un investigador. El cadáver de Noah fue encontrado en la bañera y los otros en el dormitorio.
Yates apareció brevemente ayer en la corte. Tenía los brazos cruzados y vestía un mono anaranjado. Dijo que no podía pagar un abogado. Belinda Hill, jueza estatal del tribunal de Texas le respondió que le sería designado uno de oficio. En tanto, la Justicia pospuso la audiencia hasta una fecha no determinada para que Yates, quien se encuentra en prisión sin derecho a fianza y enfrenta cargos que podrían conllevar la pena capital, tenga tiempo para hacer consultas con su abogado.
"Esto es lo más horrendo que he visto", dijo tras la audiencia el fiscal adjunto del Condado de Harris, Joe Ownby, quien ha sido fiscal durante 15 años y que atendió más de diez casos de homicidio. Ownby se abstuvo de especificar si los fiscales solicitarían la pena de muerte, el castigo máximo por homicidio en primer grado según la ley de Texas.
También indicó que los fiscales convocarían a un gran jurado para que formulen la acusación contra Yates -de 36 años, tras examinar el archivo policial y discutir el caso con los investigadores, pero se abstuvo de comentar los detalles del crimen publicados por el diario Houston Chronicle.

"Parecía un zombi"
Según el periódico, un oficial de la policía dijo que Yates había descripto los asesinatos del miércoles en su vivienda de Houston, "como si fuera un zombi", en una declaración filmada en video.
Tras cometer los asesinatos, Andrea llamó por teléfono a la policía y a su esposo, Russell Yates, ingeniero en computación que estaba trabajando en el Centro Espacial Johnson, cercano a la vivienda de la familia.
El jueves por la noche, el médico Joye Carter, de la oficina forense del condado de Harris señaló que los resultados preliminares de las autopsias realizadas indicaban que los niños murieron por asfixia y ahogo. No se informó el motivo de los asesinatos, pero Russell Yates atribuyó el jueves la tragedia a la grave depresión posparto que padece su esposa, quien estaba tomando medicamentos.
Andrea Yates es enfermera, pero dejó de trabajar en 1994 para criar a sus hijos, según indicó el periódico británico Chronicle. En tanto, Ruseell Yates, casado con Andrea hace ocho años, dijo que su esposa padecía episodios aislados de severa depresión post-parto desde que tuvo a su cuarto hijo y había tratado de suicidarse hace dos años.
La depresión que Andrea padecía la incapacitó de tal forma que su suegra, Dora Yates, se trasladaba a la casa de los Yates a cuidar de los pequeños.
También se conoció ayer que los médicos que atendían a la mujer le habían recetaron un cóctel de medicinas para tratar a la mujer durante sus episodios depresivos recurrentes. Actualmente, Andrea estaba bajo un tratamiento con el fármaco Haldol. Consultada la especialista Laurne Marangell, profesora de psiquiatría de la escuela de Medicina de la Universidad Baylor, en Texas, el Haldol es una droga usada generalmente en casos de pacientes que sufren psicosis maníaco-depresiva aguda, una enfermedad más severa que la depresión post-parto y que con mucha más frecuencia conduce a la violencia.
El esposo de Andrea y otros miembros de la familia describieron a la mujer -acusada que fue acusada de asesinato en primer grado- como una "persona amable y delicada" que amaba a sus hijos y les impartía sus estudios en casa.



Andrea, Ruseell, John, Luke, Paul y Noah, en el 2000.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
"Era muy cariñosa"
Diario La Capital todos los derechos reservados