Holanda extraditará a la Argentina a Sebastián Rodrigo Pira, un rosarino de 25 años que atropelló y mató a dos chicas en pleno macrocentro conduciendo un auto a más de 100 kilómetros por hora. Pira será juzgado aquí por homicidio, aunque esto sólo sucederá en uno de los dos casos ya que la Corte Suprema de los Países Bajos negó la extradición por la segunda víctima. En caso de que la Justicia local llegara a condenarlo, podrían aplicarle una pena de 8 a 25 años de prisión.
La decisión de un tribunal holandés se conoció aquí el mismo día de la muerte de Celia Quiroga, madre de una de las víctimas y una de las personas que más luchó para conseguir la extradición. Paradójicamente, la causa por la muerte de su hija prescribirá sin condena para el homicida ya que la extradición se concedió por el caso de la otra chica.
Pira está en una prisión de Amsterdam desde que Interpol lo capturó en el aeropuerto de Schiphol cuando se disponía a volar hacia Israel. Esto ocurrió en marzo de 2000, pocos días después del tercer aniversario de la muerte de las dos chicas. Hasta entonces permaneció prófugo de la Justicia argentina y se cree que salió a Europa a través de Uruguay cuando comprendió que aquí ya no podría eludir la cárcel.
Ahora Interpol de Argentina y de los Países Bajos deberán coordinar su traslado a una prisión de Rosario, aunque el viaje de regreso aún no tiene fecha.
Pira está procesado por los homicidios de María Celeste Haiek, de 22 años, y de Vanesa Daniela Caruso, de 17. El joven las mató la madrugada del 2 de marzo de 1997 al embestirlas en Salta y Oroño.
María Celeste murió en el acto, mientras que Daniela sobrevivió algunos segundos hasta que Pira la aplastó con las ruedas del Ford Galaxy de su padre, una cuadra más adelante. Para conseguirlo tuvo que hacer una complicada maniobra ya que el cuerpo de la chica, luego del primer impacto, había quedado sobre el capot del auto.
Después del terrible suceso, Pira escapó, se ocultó durante algunas horas y cerca del mediodía se presentó en la comisaría 3ª junto a su padre y un abogado. Quedó detenido y el caso generó una gran discusión jurídica sobre su situación procesal. Intervinieron dos jueces -Edgardo Bistoletti y Osvaldo Barbero- y Pira finalmente terminó procesado, por homicidio culposo en el caso de la muerte de María Celeste, y por homicidio simple con dolo eventual en el caso de Daniela (ver aparte).
Como autor probable de un homicidio simple, Pira debía quedar preso. Sin embargo escapó, y recién apareció en Amsterdam el año pasado. Entonces la Justicia santafesina pidió a la Cancillería argentina que tramitara su extradición para que el juez Barbero pudiera terminar con la instrucción del caso y elevarlo a juicio. Cuando esto finalmente ocurra, el proceso quedará a cargo del juez de Sentencia Julio Kesuani.
La extradición fue otorgada por un tribunal del distrito de Haarlem, Holanda, el 19 de septiembre de 2000. Luego Pira apeló, pero el 27 de marzo de este año la Corte Suprema de los Países Bajos impugnó ese recurso y por lo tanto lo dejó firme. El Ministerio de Justicia comunicó la decisión a la embajada argentina los primeros días de mayo, pero la Cancillería recién lo informó a los jueces Barbero y Bistoletti a última hora del viernes pasado.
El pedido de la Justicia local se concedió en base a los tratados de extradición con los Países Bajos de 1893 y de 1967. En su momento el abogado contratado por Pira en Holanda sostuvo ante el tribunal de Haarlem que la extradición implicaba el riesgo de una violación al Convenio Europeo para la Defensa de los Derechos Humanos, pero la Corte Suprema rechazó el argumento y sostuvo que puede "confiar" en que el sistema jurídico argentino contiene suficientes garantías para que Pira sea juzgado dentro de las pautas de ese convenio.
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La Ciudad
