Walter Gasparetti
El ex secretario de Planeamiento Estratégico Jorge Castro es implacable al hacer definiciones políticas sobre la convulsionada coyuntura que vive el país con la detención del ex presidente Carlos Menem, y también lo es al opinar sobre la causa que derivó en su detención. Castro cuestionó la figura de "jefe" de una asociación ilícita que le imputó el juez federal Jorge Urso a Menem y enmarcó la venta de armas en una política de Estado. "Fue una decisión de orden político, de carácter estratégico, referida a la política exterior argentina", razonó el ex funcionario menemista. Al opinar sobre la causa que involucra a Menem, dijo "no creer que se trate de una asociación ilícita" y enfatizó que la Alianza no tiene mucho que festejar con la detención porque "perjudica el futuro del país y, fundamentalmente, paraliza decisiones que deberá tomar este gobierno". -¿Cómo tomó la detención de Menem? -Creo que es una situación crítica que generará un carácter negativo para el país, fundamentalmente por el momento de recesión continuada que se vive, que es la más larga y profunda de la historia argentina. Incluso superior a la que el país experimentó en la gran depresión de la década del 30. El aspecto critico de la relación de la Argentina con el sistema financiero internacional está ocurriendo en este momento y probablemente se llegue a una etapa decisiva en el tercer trimestre de este año porque Argentina necesita recuperar el crecimiento económico. Porque si no lo recupera no va a lograr restablecer su credibilidad o, al menos, un mínimo de credibilidad frente a la opinión pública internacional. El punto central es este, porque si Argentina crece tres puntos por año está en condiciones de pagar con normalidad su deuda, pero si tiene cero por ciento de crecimiento -como ha ocurrido- no podrá hacerlo. Entiendo que en este marco la detención de Menem contribuye a acrecentar la situación de incertidumbre sobre la capacidad de la Argentina para hacerse cargo de su responsabilidad. -Muchos opinan que con el arresto de Menem hay una revalorización de la Justicia. -La Justicia tiene una dificultad para colocarse frente a la opinión pública: posee una relativa o escasa credibilidad. De modo que la detención del ex presidente es importante porque la logra fortalecer, pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de una calificación de asociación ilícita. La gravedad de esta imputación no se refiere tanto a Menem sino al actual gobierno y al que vendrá después. Digo esto porque si la determinación que toma un gobierno es considerada como obra de una asociación ilícita, esta figura puede paralizar las decisiones futuras. -¿La Alianza no tiene mucho para festejar? -Diría que la noticia de la detención de un ex presidente de la Nación, elegido democráticamente dos veces consecutivas, no puede ser motivo de festejo para nadie, menos para el actual gobierno, porque puede perjudicar el futuro del país. -Pero el presidente aparece muy comprometido? -El dictamen del fiscal trata de lo siguiente: acá hubo una maniobra que se desarrolló a lo largo de casi cuatro años, entre 1991 y 1995. En principio hubo un contrabando que consistió en 6.400 toneladas de armas, entre las cuales se encuentran cañones de 155 milímetros, cañones de 105 milímetros, que se habrían vendido a uno de los países que estaba en guerra. Esta maniobra se realizó desde el puerto de Buenos Aires y el aeropuerto de Ezeiza. Evidentemente acá intervino una estructura que no pudo ser otra que la del Estado. Considerando una movilización semejante, es casi imposible que se trate de una asociación ilícita, sino de una decisión de orden político de carácter estratégico, referida a la política exterior argentina. Esto es muy difícil de ser comprendido en el exterior. ¿Cómo una decisión de esta magnitud, referida a 6.400 toneladas de armas, pudo haber sido considerada un delito de carácter común? ¿No fue una decisión de orden estratégico? -¿Qué sabe de las coimas que supuestamente se cobraron? -Debe ser examinado hasta la última instancia para condenarlo penalmente. Pero hay que separar la paja del trigo. Una movilización semejante, que abarca al ex presidente y a ministros reconocidos en el mundo entero, como es el caso de Guido Di Tella, me temo que no pueda ser considerado como un ilícito común.
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