Argentinos Juniors y Belgrano se aseguraron su permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino, tras disputarse ayer los cotejos desquites de la Promoción.
Argentinos Juniors alcanzó el objetivo después de sufrir bastante para igualar finalmente en un tanto con Instituto.
El desarrollo del primer tiempo tuvo mucha dinámica como consecuencia del estado resbaladizo del campo de juego por la lluvia, lo que hizo que la pelota circulara con mayor rapidez.
Argentinos Juniors se afirmó mejor a las condiciones del terreno y desde el comienzo intentó convertirse en protagonista, algo que logró claramente con el transcurrir de los minutos por el mayor despliegue de sus volantes.
Así, generó tres claras situaciones de gol, que no pudo concretarlas por la falta de puntería de Carlos Yaqué en dos ocasiones y la restante a través de un tiro libre de Sebastián Pena, que el arquero de Instituto Javier Klimowicz neutralizó con esfuerzo y en dos tiempos.
Instituto, mientras tanto, opuso más lucha que buen juego y sorpresivamente sobre el final de la etapa abrió el marcador con un violento derechazo de Carlos Sánchez que ingresó junto al primer palo (izquierdo) del arco defendido por Raúl Sanzotti.
Esa conquista afectó en lo anímico al equipo dirigido por Sergio Batista, en los primeros minutos de la segunda etapa se mostró muy desordenado y carente de profundidad.
Esto fue aprovechado por Instituto, que con mucha dinámica y punzantes contraataques estuvo a punto de convertir el segundo tanto con un cabezazo de Mauro Amato que rebotó en Sanzotti y que fue despejado por Schiavi.
Los cordobeses fallaron en esa jugada y lo pagaron caro, ya que poco después Argentinos Juniors consiguió el empate que sería definitivo y le permitió conservar la categoría.
Zagharian envió un centro desde la derecha, Klimowicz rechazó cortó, Yaqué remató al arco y la pelota dio en el palo izquierdo, el rebote fue a parar a los pies de Zagharian, quien con un zurdazo alto marcó la igualdad.
A partir de entonces y hasta el final Instituto intentó torcer el desarrollo pero no tuvo la claridad suficiente para superar a un Argentinos que se defendió con el poco resto físico que le quedaba y que le alcanzó para quedarse en primera.
Belgrano, en el final
Belgrano continuará disfrutando de la primera división, tras alcanzar agónicamente un triunfo sobre Quilmes por 1 a 0.
Belgrano repitió la escena del año pasado: por poco salvó su cabeza de la guillotina en una de las series de la Promoción y, de paso, castigó a Quilmes con una nueva frustración.
El delantero Julio Mugnaini pisó la cancha pocos minutos, pero ese lapso le bastó para definir el partido con una conquista agónica.
Belgrano, sumergido en una profunda crisis económica e institucional, cerró la temporada con una alegría que le sirvió para disimular su opaca campaña.
A Quilmes le resultará difícil encontrar consuelo: dilapidó su sexta oportunidad consecutiva para conseguir el ascenso, pese a llegar al duelo de hoy con la ventaja de un triunfo por 1 a 0 logrado la semana pasada en el estadio Centenario.
Cerca de 20 mil simpatizantes festejaron el logró de Belgrano, amparado en el handicap de la ventaja deportiva que contaban los clubes provenientes de primera.
El encuentro tuvo el nivel esperado. Dos equipos sin aplomo, con escaso criterio futbolístico y apurados por alcanzar sus objetivos.
Las acciones ofensivas de ambos bandos se repitieron en el juego aéreo, característica que le quitó vuelo al partido.
Belgrano, obligado a ganar, recién asumió la conducción del partido después de la media hora, cuando Gastón Liendo se adueñó de la pelota y comenzó a hilvanar algunas jugadas de riesgo.
Un sombrero de Darío Zárate, que luego despejó Agustín Alayes de cabeza, fue una de las acciones que tuvo el equipo local para desequilibrar el juego.
El ingreso del veterano Luis Sosa, en el complemento, le dio un poco más de sentido al fútbol de Belgrano. Pero el equipo cordobés tuvo que sufrir para conseguir el gol de la victoria. Llegó a los 86’, con una pelota empujada al arco por Mugnaini, tras un cabezazo de Artime.
Entonces sobrevino la desesperación del cuadro visitante, la resistencia desordenada de Belgrano, el pitazo final, el festejo cordobés y el lamento de Quilmes.
La Ciudad
