"Disculpe señor, pero ni el técnico de Japón ni lo jugadores atienden a la prensa en el hotel. Si quiere puede mandar una carta y así podremos ver si lo pueden atender. Y sobre el trabajo realizado en lo que hizo en el entrenamiento sólo le puedo decir que fue en Palos Verdes. El técnico sólo habla después de las prácticas y ahora no lo va a hacer. ¿El posible equipo? Sí, se da una hora antes del partido". Las respetuosas y escasas palabras pronunciadas por Tanaka, el jefe de prensa de la delegación nipona, son una clara muestra de que en Japón la atención a la prensa se maneja de otra manera a la que están acostumbrados los periodistas locales. Así, Japón se maneja entre el hermetismo de sus entrenadores y el misterio de sus jugadores. Ayer, apenas llegaron del entrenamiento, el plantel subió a las habitaciones y ya no se los vio más por el hall del hotel. De hecho, cuando se preguntó por la lesión que había sufrido uno de los arqueros del plantel, nadie quiso brindar información al respecto. Sin dudas que Japón es un equipo que está dominado por el silencio.
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