El Comité Nacional Consultivo de Etica (CNCE) de Francia consideró "inaceptable" el "derecho a no nacer" reconocido por el Tribunal Supremo en el llamado "caso Perruche", en el que una madre pidió una indemnización (y ya cobró) porque su hijo nació con problemas debido a que no le habían avisado que padecía una enfermedad durante el embarazo. En una decisión sin precedentes en Francia, el Supremo ordenó el pasado 17 de noviembre que Nicolas Perruche, un adolescente de 17 años nacido con graves minusvalías, sea indemnizado porque a su madre no le diagnosticaron la rubeola cuando estaba embarazada. "El reconocimiento de un derecho del niño a no nacer en ciertas condiciones parece altamente discutible desde el punto de vista del Derecho, inútil para asegurar el derecho material de las personas con deficiencias congénitas y temible desde el plano ético", subrayó el CNCE en su informe. Ese "derecho a no nacer" podría suponer "una presión" de tipo "eugenésico" para "padres y profesionales de diagnostico prenatal y obstetricia", añadió. Establecer criterios normativos que estipulen un umbral de gravedad que justifique la eliminación de fetos anormales no sería "en ningún caso aceptable", según el Comité, al que pidió opinión el pasado marzo la ministra de Empleo y Solidaridad, Elisabeth Guigou.
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