En medio de una vorágime de medidas que implican subas y bajas de impuestos, con dudoso resultado final, el ministro de Economía dio marcha atrás en uno de los aspectos más resistidos por el impuestazo que en su momento instrumentó José Luis Machinea. Se trata del impuesto a las ganancias que deben pagar los empleados que cobran entre 1.500 y 4 mil pesos. El ministro apunta a reducir la carga de ese tributo sobre un sector de la clase media, por la vía de aumentar los montos de las deducciones familiares que pueden realizar los trabajadores de la categoría cuatro, a los niveles del 31 de diciembre de 1999. Es decir, los montos deducibles aumentan un 15%. Las medidas destinadas a promover el consumo de la clase media incluyen un incremento del monto que se puede descargar de ganancias, por el pago de intereses de préstamos para viviendas. Pasan de 4 mil pesos anuales a 20 mil pesos anuales.
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