Desde que la siembra directa se desarrolla en nuestro país, la innovación se ha transformado en la principal herramienta que utilizaron cierto número de personas para acompañar el sistema.
Sembrar sin contratiempos, en gran escala y a costos practicables para la Argentina, es el resultado de muchos productores que apuntalaron y mantuvieron esta organización innovadora a través del tiempo.
Hoy ya nadie discute los resultados que, basados en el funcionamiento sustentable del suelo y la continua incorporación de hectáreas en cada campaña, demuestran por qué es tan necesario el cambio.
Con este fundamento, la Asociación Argentina de Productores en Siembra directa (Aapresid) realizó en la segunda semana de mayo, en Villa Giardino, provincia de Córdoba, el primer seminario de siembra directa para estudiantes y logró reunir a 800 alumnos de las principales facultades de Ciencias Agrarias de Argentina.
Los estudiantes pudieron encontrarse en ese ámbito con reconocidos especialistas, muchos de los cuales forman parte de las bibliografías o ensayos que tienen las universidades para transmitir conocimientos e ir formando a sus profesionales.
La estrategia de una institución que busca "desde la raíz" motivar a los jóvenes a realizar su primera siembra, mediante la utilización de un sistema que busca corregir el porvenir, cambiando la calidad y elevando la productividad de nuestros suelos.
Fronteras mentales
Lejos de viejas tradiciones, la nueva agricultura ha revertido el concepto de producir a toda costa, sometiendo el suelo a un constante martirio y degradación. Hoy los manejos productivos se conforman por esquemas que parten de la tecnología y pasan necesariamente por la capacidad creativa de productores, asesores y técnicos.
Correr el horizonte productivo y romper con las fronteras mentales representa el principio del cambio. Ese fue, quizás, el concepto más claro que intentaron dejar los participantes del seminario realizado por Aapresid en Villa Giardino.
La experiencia motivó a los futuros profesionales a trabajar con miras a encontrar una interacción de los centros educativos (Universidades) y aquellas asociaciones que desde la investigación trabajan para el cambio en el manejo de los recursos naturales.
Retener talentos
Nadie duda que la siembra directa representa una de las últimas innovaciones de fines del siglo pasado. Que nuestro país, como formador de talentos y científicos destacados en áreas productivas, puede ser protagonista del desarrollo de la agricultura en este nuevo siglo.
Pero lo que claramente dejó plantado este seminario, pasa por la falta de posibilidades y recursos para seguir desarrollando inventos de la mano de los próximos profesionales.
"Debemos tomar decisiones que tengan la mayor probabilidad de éxito", explicó Heri Rosso, primer productor argentino en adoptar el 100% de la superficie de su campo en siembra directa.
Con la frase recordó a Otto Solbrig, científico argentino que recibió el Premio Internacional de Biología en 1998 y que actualmente desempeña sus actividades desde el Centro de Biología de la Universidad de Harvard.
Renovación científica
Una realidad que remarcó constantemente el presidente de Aapresid, Víctor Trucco, al referenciar que el 60% del Conicet cuenta con una plantel de investigadores que superan los 45 ó 50 años.
"Si no comenzamos a tomar como ejemplo la necesidad de conocimientos complementarios que tienen nuestros estudiantes, es difícil pensar en un futuro", remarcó.
La Ciudad
